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Hombres de la cueva de los ciervos

De Wikipedia, la enciclopedia libre

 
Hombres de la cueva del ciervo rojo
Rango temporal: 0,0145 Ma - 0,0115 Ma
Pleistoceno Superior

Longlin 1, fragmento de un cráneo
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Primates
Familia: Hominidae
Tribu: Hominini
Género: Homo
Especie: Indeterminado

El hombre de la cueva del ciervo rojo (también llamado hombre de la cueva de los ciervos o más brevemente hombre del ciervo rojo) es el nombre dado a los individuos de la población prehistórica más reciente que no se asemeja a los humanos modernos. Los fósiles datan de entre los 14 500 y los 11 500 años de antigüedad y fueron encontrados en la cueva del ciervo rojo en China. Tienen una mezcla de características arcaicas y modernas y actualmente se la considera como una especie separada de los humanos actuales que se extinguió sin haber contribuido a la genética de los humanos modernos del este de Asia.[1]

Los restos indican que cocinaban ciervos grandes en la cueva, y es esto lo que da nombre a la cueva y a la población de homínidos.[2]

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Transcription

En el Paleolítico Superior, hace entre 18.000 y 14.000 años, la Cueva de Altamira estuvo habitada por poblaciones de Homo sapiens sapiens. La cueva se encuentra situada en la parte alta de una de las suaves colinas que rodean el valle donde se asienta actualmente Santillana del Mar, en Cantabria. La entrada de la cueva tenía una amplia boca de 20 metros de ancho y seis de alto, que daba acceso a un vestíbulo de unos 200 metros cuadrados. Este espacio era el lugar de habitación, estando iluminado por la luz del día. Aquí se realizaba la vida en torno a hogares, siendo un lugar lleno de actividad y objetos de uso cotidiano. Sus pobladores vivían de la caza, la pesca, la recolección y el marisqueo. Vestían prendas muy diversas confeccionadas con pieles de animales, que les protegían del clima frío. Su indumentaria no se diferenciaba sustancialmente de la actual: pantalones, casacas, capuchas, chubasqueros, botas... Sus prendas se adornaban con colgantes y objetos de hueso, conchas o dientes. Para su labor diaria, disponían de numerosos instrumentos en sílex, hueso y asta, especializados para cada uso como cuchillos, raspadores, punzones, arpones, azagayas, agujas, buriles, etc. El fuego de los hogares les proporcionaba luz y calor, les servía para ahuyentar las fieras y cocinar alimentos. Se iluminaban también con lámparas de tuétano: en un recipiente el tuétano servía como combustible y fibra vegetal como mecha. El interior de la Cueva no estaba habitado. La cueva en total tiene un recorrido complejo de 270 metros y un trazado irregular a través de varias salas, todas ellas con pinturas y grabados paleolíticos. Se distinguen en ella cuatro partes: el Vestíbulo, la Sala de Polícromos, la Hoya y la Cola de Caballo. De todas las áreas, la Sala de Polícromos es la más llamativa, por albergar una de las mejores colecciones de arte rupestre del mundo. Esta sala fue considerada por Breuil la Capilla Sixtina del Arte Paleolítico y en ella se localizan los famosos bisontes. En esta sala se conservan bisontes, caballos, ciervos, manos, antropomorfos y signos, pintados y grabados, de los periodos solutrense y magdaleniense. Las pinturas y grabados están situados en el techo de la sala, cuya altura oscila entre 0,70 y 2 metros. Para confeccionarlos, primero se grababan y dibujaban con carbón el contorno exterior y algunos detalles anatómicos. A continuación, se aplicaba el color rojizo de relleno. Sobre esta masa cromática, se realizaban raspados para separar planos y dar relieve a la anatomía. El empleo del relieve natural y la textura de la piedra ayudan a dar realismo a la figura. Mucho se ha elucubrado acerca del sentido de las pinturas. Los especialistas consideran que son manifestaciones de alto valor simbólico, pudiendo servir como figuras totémicas, elementos propiciatorios o ritos de fecundidad, entre otras teorías. Actualmente se piensa que, al tratarse de una manifestación cultural tan extendida en el tiempo y el espacio, es difícil hacer una sola lectura sobre el sentido y significado de estas figuras.

Descubrimiento

Mandíbulas del hombre de la cueva de los ciervos.

En 1979, se encontró un fragmento de cráneo en una cueva de la localidad de Longlin, en la Región Autónoma Zhuang de Guangxi, en el sur de China. Se hallaron más restos humanos en excavaciones en torno a Maludong (cueva del ciervo rojo) en la provincia de Yunnan.[3]

Los fósiles de la cueva fueron datados por radiocarbono como de hace entre 14 500 y 11 500 años. Esto los convierte en la especie humana de desaparición más reciente, dada la fecha de desaparición del Neanderthal (hace c. 28 000 años en el sur de la península ibérica).[4][5]​ En cuanto a Homo floresiensis, en la Isla de Flores, según las dataciones de 2016 se habría extinguido hace entre 60 000 y 100 000 años,[6]​ y no a los 18 000 años iniciales dados por los descubridores.[7]

Anatomía

A pesar de su edad relativamente reciente, los fósiles tienen características de los seres humanos más primitivos. Los habitantes de la cueva del ciervo rojo tenían las siguientes características distintivas que difieren de los humanos modernos: cara plana, nariz ancha, que sobresale de la mandíbula sin barbilla, grandes molares, cejas prominentes, cráneo de huesos gruesos, y de tamaño cerebral moderado.[7]

Estatus de especie propia

A pesar de que las características físicas de los hombres de la cueva del ciervo rojo mostraban que podrían ser de una especie prehistórica humana no descubierta, los científicos que realizaron el descubrimiento y análisis de los restos se mostraron reticentes en clasificarlos como una especie separada;[7]Chris Stringer, del Natural History Museum de Londres propuso también la posibilidad de que fueran el resultado de la hibridación entre sujetos de la especie del homínido de Denisova y Homo sapiens.[2]​ Otros científicos han sugerido que las diferencias físicas observadas podrían ser simplemente fruto de la diversidad que se espera en las poblaciones humanas.[7]​ Los intentos de extracción de ADN de los restos han sido hasta el presente infructuosos, y solo esto podría aclarar la relación con los humanos modernos.[7]

Véase también

Referencias

  1. Scientists stumped by prehistoric human whose face doesn't fit (en inglés). Brisbane Times. 2012.
  2. a b Barras, Colin (14 de marzo de 2012). «Chinese human fossils unlike any known species». New Scientist. Consultado el 15 de marzo de 2012. 
  3. Curnoe, D.; Xueping, J.; Herries, A. I. R.; Kanning, B.; Taçon, P. S. C.; Zhende, B.; Fink, D.; Yunsheng, Z.; Hellstrom, J.; Yun, L.; Cassis, G.; Bing, S.; Wroe, S.; Shi, H.; Parr, W. C.; Shengmin, H.; Rogers, N. (2012). "Human remains from the Pleistocene-Holocene transition of southwest China Suggest a complex evolutionary history for East Asians". En Caramelli, David. PLoS ONE 7 (3): e31918. doi:10.1371/journal.pone.0031918. PMC 3303470. PMID 22431968.
  4. Rosas, Antonio (2010). Los neandertales. ¿Qué sabemos de?. Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Los Libros de la Catarata. p. 135. ISBN 978-84-8319-489-8. 
  5. Wood, R. E.; Barroso-Ruiz, C.; Caparros, M.; Jorda Pardo, J. F.; Galvan Santos, B.; Higham, T. F. G. (4 de febrero de 2013). «Radiocarbon dating casts doubt on the late chronology of the Middle to Upper Palaeolithic transition in southern Iberia». Proceedings of the National Academy of Sciences 110 (8): 2781-2786. doi:10.1073/pnas.1207656110. 
  6. Thomas Sutikna, Matthew W. Tocheri, Michael J. Morwood, E. Wahyu Saptomo, Jatmiko, Rokus Due Awe, Sri Wasisto, Kira E. Westaway, Maxime Aubert, Bo Li, Jian-xin Zhao, Michael Storey, Brent V. Alloway, Mike W. Morley, Hanneke J. M. Meijer, Gerrit D. van den Bergh, Rainer Grün, Anthony Dosseto, Adam Brumm, William L. Jungers y Richard G. Roberts (21 de abril de 2016). «Revised stratigraphy and chronology for Homo floresiensis at Liang Bu in Indonesia». Nature (en inglés) 532: 366-369. ISSN 0028-0836. doi:10.1038/nature17179. 
  7. a b c d e James Owen (14 de marzo de 2012). «Cave Fossil Find: New Human Species or "Nothing Extraordinary"?». National Geographic News. 

Enlaces externos

Esta página se editó por última vez el 11 ene 2024 a las 17:02.
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