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Jorge Manuel Theotocópuli

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Retrato de Jorge Manuel Theotocópuli, por Domenikos Theotocópouli, el Greco. Ca. 1600-1605. Sevilla, Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Jorge Manuel Theotocópuli (Toledo, 1578]-Toledo, 1631) fue un pintor y arquitecto español, único hijo —al parecer hijo natural— de Doménikos Theotocópuli,[1]el Greco.

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  • La exposición: La biblioteca del Greco
  • El entierro del señor de Orgaz de El Greco
  • El Greco

Transcription

El estudio de la biblioteca de un pintor nos proporciona pistas fundamentales para conocer su pensamiento artístico y sus intenciones. Aparte de la información que nos ofrecen los inventarios sobre el contenido de su biblioteca, tenemos su propia obra, sus pinturas, sus conjuntos escenográficos y también conservamos y conocemos hasta 500 documentos. Entre esos documentos yo destacaría fundamentalmente las anotaciones que va dejando en los márgenes de una edición del tratado de arquitectura de Vitrubio y en los márgenes también de una edición de “Las Vidas (…) ” de Vasari. Cuando El Greco llega a Italia está bien establecido entre los círculos artísticos intelectuales, que los pintores deben tener una formación, una formación de la que habían carecido hasta fechas recientes. Deben conocer las Sagradas Escrituras, deben conocer la mitología, deben conocer los clásicos greco-latinos. Se da cuenta de que ha de ponerse al día y comienza a llevar a cabo una labor autodidacta intensísima. Esa labor autodidacta pasa por conversar con las personas adecuadas, ver las mejores pinturas que se estaban haciendo en Venecia en ese momento y además, empezar a estudiar la teoría artística que se estaba produciendo en Venecia desde mediados del siglo XVI y que va a tener un recorrido muy importante hasta las fechas de su muerte. Los dos inventarios que recogen los enseres que tenía el Greco arrojan una cifra de 130 libros. Una buena colección de libros en griego -cosa que no nos puede extrañar, puesto que era su lengua materna- y sobre todo libros en italiano, la lengua que él aprendió durante sus años de formación en Italia y que para él fue su lengua de cultura. Sus libros en romance, según dice el inventario, es decir en castellano, en español, eran escasos. Son libros que a partir del segundo inventario, podemos conocer algunos de sus títulos, pero que en cualquier caso nos sitúan ante un pintor, ante una figura que no tuvo el español como su lengua fundamental. Además no solamente es relevante lo que tenía sino también es relevante lo que no tenía. No tenía por ejemplo libros de Platón, un filósofo con el que su pintura se ha relacionado de manera muy estrecha. Solamente tenía un tratado de pintura, no tenía tratados artísticos españoles. Están "los grandes padres griegos", como él los llamaba. Está Homero, Jenofonte, Flavio Josefo. Hay que destacar la importancia, por ejemplo, de las obras de perspectiva que tuvo. Tuvo hasta 4 tratados de perspectiva, 19 libros sobre arquitectura. Entre ellos estaban los grandes tratadistas del renacimiento, había varias ediciones de Vitrubio y estaban también los tratados fundamentales de Serlio, de Viñola, de Palladio, de Labacco. El Greco tenía obras religiosas, pero no eran obras devocionales. Eran más bien obras relacionadas con su propia profesión. Libros de padres de la iglesia ortodoxa, que son justamente los que más hincapié hacen en el problema de la imagen religiosa y lo que implica la representación de los temas sagrados. La importante cantidad de libros de arquitectura que el Greco tenía en su biblioteca ha de ponerse en relación con lo que comienza a realizar prácticamente recién llegado a España. No solamente sus pinturas sino los retablos que iban a cobijar esas pinturas. Al Greco le interesó la arquitectura por su vinculación con las artes liberales. La arquitectura era la disciplina artística más científica, la disciplina artística más relacionada con el pensamiento intelectual del momento. Es muy interesante comprobar cómo el Greco entendió que sus pinturas, sus retablos, iban a ir destinados a grandes conjuntos arquitectónicos, que él va a entender como grandes conjuntos escenográficos que envuelven al espectador en una experiencia que yo diría que no es tanto religiosa, que también, si no en una experiencia artística. Tenemos la fortuna de contar con cuatro libros, que sabemos con certeza que el Greco tuvo en sus manos. Los cuatro están en la exposición. Y es interesante señalar como de estos cuatro libros el Greco anotó tan solo las obras directamente relacionadas con las artes. Son el documento más relevante para conocer las opiniones y las ideas del Greco. No solamente sus ideas y sus opiniones, también incluso diría su carácter altanero, altivo, orgulloso. No escatima incluso insultos a Vasari, cuya concepción artística está en las antípodas de lo que el Greco pensaba. Lo que revelan sus anotaciones es su concepción de la pintura como una ciencia especulativa. ¿Qué quiere decir esto? Fundamentalmente que él entiende la pintura como una herramienta para explorar las maravillas de lo real, lo que nos rodea y que muchas veces nos pasa desapercibido justamente por ser tan evidente y por otra parte porque según el Greco la pintura trata del imposible. Aquellas experiencias de las que no tenemos datos sensoriales como son las encarnaciones, las anunciaciones, las apariciones de seres celestiales de los que insisto, no tenemos datos que recibamos a través de nuestros sentidos, pero la pintura permite que el pintor represente esos otros mundos de los que no tenemos experiencia. Nos acerca al Greco íntimo que anota sus libros en la intimidad de su taller, en la intimidad del espacio que dedicaba a leer y vierte sus opiniones dialogando con los autores, cuyos libros tenía en su biblioteca. Ofrece al visitante la oportunidad de escuchar la voz del propio pintor. Permite acercarse a lo que el Greco leía y también a lo que el Greco escribía. Allí donde dejó expresados sus pensamientos sobre pintura y sobre en general las artes plásticas. Y esto está sin duda en la base de lo que él pintaba, es decir, hemos pretendido con esta exposición explicar su pintura a través de los elementos básicos que pueden ayudar a entenderla. Invita a reflexionar en torno a algunos lugares comunes que se han vertido en torno al pintor: el primero, su identidad hispánica, el segundo, la concepción del Greco como un pintor visionario e inspirado y el tercero, el Greco como un pintor fundamentalmente religioso. Creo que la exposición ayuda a repensar estos tópicos vertidos en torno a la figura del Greco.

Biografía

En 1614, el Greco dio un poder notarial nombrando como ...unibersal heredero...al dicho Jorge Manuel mi hijo y de la dha doña Germa. de las Cuebas... Existen dos fuentes de las que se puede deducir que Jorge Manuel nació en 1578. En un documento del año 1610, Jorge Manuel declaraba tener treinta y dos años, por lo que nacería en dicho año. Por otra parte, el Greco pintó El entierro del conde de Orgaz en 1586, pero en el bolsillo del muchacho —Jorge Manuel a la edad de ocho años— aparece la fecha 1578 junto a la firma del pintor.[2]

Jorge Manuel contrajo matrimonio —posiblemente en 1603— con Alfonsa de los Morales, de quien tuvo un hijo, bautizado con el nombre de Gabriel el 24 de marzo de 1604. Doña Alfonsa falleció el 17 de noviembre de 1617. En 1621, Jorge Manuel contrajo nuevo matrimonio, con la viuda Gregoria de Guzmán, de la que tuvo dos hijas, Claudia y María, y un tercer vástago —Jorge— que se supone que murió siendo niño. Fallecida doña Gregoria, constan unas terceras nupcias con Isabel de Villegas, entre 1629 y 1631.[3]​ Durante toda su vida, Jorge Manuel y su familia vivieron en las mismas habitaciones del palacio del marqués de Villena, donde había vivido su padre.[4]​ Jorge Manuel acabó arruinado debido a un litigio con el Hospital de Tavera, por el que le fueron embargados sus bienes.[5]

Carrera artística

Obras pictóricas

Jorge Manuel aprendió el oficio de pintor en el taller de su padre, con quien debió de colaborar en la realización de varias obras. A partir de 1603 se documenta su participación en el encargo paterno de los retablos de Illescas. Poco más tarde —en 1607— comenzó a elaborar trabajos independientes, siguiendo el manierismo de su progenitor. En estas obras revela un estilo personal, aunque de una calidad pictórica notablemente inferior a la del Greco.[6]​ Una obra importante es el retablo de Titulcia contratado en 1609 junto con Giraldo de Merlo como escultor, en el que, en el Tránsito de la Magdalena del ático, de arcaica iconografía, representó un desnudo integral femenino, raro en la pintura española,[7]​ copiando uno de los desnudos de la Apertura del Quinto Sello del Apocalipsis pintada por su padre para la iglesia del Hospital de Tavera, ahora en el Metropolitan Museum of Art.[8]Antonio Palomino, que tenía todas las pinturas del retablo de la pequeña población, llamada entonces Bayona de Tajuña, como obra excelente del propio Greco, cuenta que «el eminentísimo señor Cardenal Portocarrero, habiéndolas visto, ofreció a aquella iglesia cinco mil pesos por dichas pinturas, y poner otras de mano de Lucas Jordán, y no quisieron aceptar el partido (no sé si acertaron)».[9]​ Desmontado en fecha desconocida y conservada en la propia iglesia únicamente la pintura citada del éxtasis o asunción de la Magdalena, a él pertenecieron La cena en casa de Simón de la Hispanic Society y Noli me tangere del Museo Lázaro Galdiano, así como dos óleos en colecciones particulares: Cristo en casa de Marta y María y El ángel apareciéndose a la Magdalena en el sepulcro de Cristo.[10]​ El único lienzo que se ha conservado firmado por él —como Je. Manuel / Theotocopuly— es una versión de El Expolio en el Museo del Prado.[11]

Obras arquitectónicas

Tras la muerte del Greco —en 1614— Jorge Manuel enfocó sus intereses hacia la arquitectura, con mejores resultados que en la pintura, prolongando durante algunas décadas las propuestas manieristas de su padre, cuando lo que se abría camino en la arquitectura toledana era la escuela herreriana representada por Nicolás de Vergara el Mozo y Juan Bautista Monegro.[12]​ Todas sus obras arquitectónicas se localizan en Toledo.

En 1605 trabajó por encargo del ayuntamiento de Toledo, propietario del edificio, en la transformación del Mesón de la Fruta en la Plaza Mayor como corral de comedias.[13]​ En 1612 se encargó de la portada del Colegio de San Bernardino,[14]​ y el mismo año comenzó a trabajar en el edificio del ayuntamiento, modificando y alterando el diseño de Herrera al incorporar —aunque moderadamente— elementos palladianos en su fachada, denotando el influjo paterno.[15]​ Entre 1615 y 1618 se encargó de proporcionar las trazas para la iglesia conventual de san Torcuato, de la que solo resta la portada. Su actividad como arquitecto se vio notablemente incrementada tras la muerte de Monegro, en 1621, aunque ese mismo año intentase sin éxito obtener el nombramiento de maestro mayor del Alcázar. En 1623 trazó la capilla mayor de la iglesia conventual de Santa Clara la Real, en la que también le corresponden las trazas para el retablo mayor.[15]

Ya en 1625 obtuvo el cargo de maestro mayor de obras de la catedral.[16]​ Como maestro mayor de las obras catedralicias proporcionó proyectos para la conclusión de la cúpula de la capilla mozárabe de Enrique Egas y para la capilla del Ochavo del Sagrario,[17]​ ambas envueltas en polémicas pues si los proyectos decorativos y ampliamente imaginativos presentados por Jorge Manuel obtuvieron el apoyo de Juan Bautista Crescenzi, los más clasicistas de su rival y primer tracista, Toribio González, gozaron del favor de fray Alberto de la Madre de Dios y Juan Gómez de Mora, en una polémica paralela a la que en la Corte enfrentaba a Crescenzi y los Mora. En cualquier caso, ninguno de los proyectos de Jorge Manuel se realizó conforme a sus trazas y las obras del Ochavo no se remataron hasta décadas después, en un estilo ya barroco.[18]​ Dos de los proyectos dibujados a pluma y aguada por Jorge Manuel Theotocópuli y por él firmados para el Ochavo de la catedral, el segundo —más conservador y clasicista que el primero— con la anotación de haber sido aprobado para su realización el 28 de abril de 1629, se conservan en el Archivo catedralicio.[19]

Galería de imágenes

Algunas pinturas de Jorge Manuel Theotocóculi
El martirio de san Mauricio (versión del Museo de Bellas Artes de Houston)
El Expolio (versión del Museo del Prado)
San Martín y el mendigo (X-404 en el catálogo de Wethey)
La familia del Greco
Cristo en casa de Marta y María (procede del retablo de Titulcia)
Noli me tangere (procede del retablo de Titulcia)
Tránsito de María Magdalena (procede del retablo de Titulcia, actualmente permanece en esta localidad)

Referencias

  1. «el Greco, claves de redacción». Fundéu. Consultado el 02/11/2023. 
  2. Wethey. El Greco y su Escuela (Volumen I). p. 129. 
  3. «Jorge Manuel Theotocópuli». Real Academia de la Historia. Consultado el 03/11/2023. 
  4. Wethey. El Greco y su Escuela (Volumen I). p. 129. 
  5. «Jorge Manuel Theotocópuli». Artehistoria. Consultado el 03/11/2023. 
  6. Gudiol. Doménikos Theotokópoulos, El Greco, 1541-1614. pp. 213-214. 
  7. Wethey. El Greco y su Escuela (Volumen II). p. 275. 
  8. El Toledo de El Greco, p. 159, ficha de catálogo n.º 123.
  9. Palomino, pp. 132-133.
  10. El Toledo de El Greco, p. 159.
  11. «El Expolio». Museo del Prado. Consultado el 04/11/2023. 
  12. Marías, Fernando, «Arquitectura y ciudad en Toledo en la época de El Greco», en El Toledo de El Greco, pp. 42-43.
  13. «El teatro». Teatro de Rojas. Consultado el 06/11/2023. 
  14. «El Colegio de San Bernardino de Toledo». La Tribuna de Talavera. Consultado el 06/11/2023. 
  15. a b El Toledo de El Greco, p. 75.
  16. «Theotocópuli, Jorge Manuel». Museo del Prado. Consultado el 03/11/2023. 
  17. «Jorge Manuel Theotocópuli». Biografías y Vidas. Consultado el 03/11/2023. 
  18. Marías, Fernando, «Arquitectura y ciudad en Toledo en la época de El Greco», en El Toledo de El Greco, p. 43.
  19. El Toledo de El Greco, pp. 75-77.

Bibliografía

  • El Toledo de El Greco, Toledo, Hospital de Tavera/Iglesia de San Pedro Mártir, abril-junio de 1982. Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas.
  • Gudiol, José. Doménikos Theotokópoulos, El Greco, 1541-1614. Barcelona; Ediciones Polígrafa, 1982 (edición original 1971). ISBN 84-343-0031-1
  • Palomino, Antonio (1988). El museo pictórico y escala óptica III. El parnaso español pintoresco laureado. Madrid : Aguilar S.A. de Ediciones. ISBN 84-03-88005-7. 
  • Wethey, Harold E. (1967). El Greco y su Escuela (Volumen I). Madrid: Guadarrama.
  • Wethey, Harold E. (1967). El Greco y su Escuela (Volumen II). Madrid: Guadarrama.
Esta página se editó por última vez el 13 nov 2023 a las 10:42.
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