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Iglesia de Santa María de la Asunción (Dueñas)

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Iglesia de Santa María de la Asunción
Localización
País EspañaBandera de España España
Comunidad Castilla y León
 Castilla y León
Localidad
Palencia
Dirección Plaza de la Paz
Coordenadas 41°52′40″N 4°32′42″O / 41.877864, -4.5451
Información religiosa
Culto Católico
Diócesis Palencia
Advocación Asunción de María
Historia del edificio
Construcción Siglos XII-XIII
Datos arquitectónicos
Tipo Iglesia parroquial
Estilo Tardorrómanico o protogótico

La iglesia de Santa María de la Asunción es un templo de culto católico ubicado en la Plaza de la Paz de la localidad palentina de Dueñas (España). Forma parte, por tanto, del Conjunto Histórico-Artístico que conforma su casco histórico, título que ostenta desde 1967, gozando de una protección integral.

Se empezó a construir a finales del siglo XII, por lo que responde a un estilo de transición del románico al gótico, constituyendo su interior un magnífico ejemplo de lo que ha venido a denominarse como tardorrománico o protogótico de tradición cisterciense.

Se encuentra bajo la advocación de la Asunción de María, cuya festividad se celebra el 15 de agosto. Ha sido la parroquia histórica de la localidad y sigue ejerciendo como tal, compartiendo culto desde el 7 de diciembre de 2015 con la capilla gótica del antiguo Hospital de Santiago.

Históricamente, la diócesis palentina se encontraba dividida en cuatro grandes arcedianatos (Carrión, Campos, Cerrato y Alcor), perteneciendo Dueñas a este último, al Alcor. Se convirtió, además, en cabeza de uno de sus arciprestazgos, formado por las localidades de Montealegre de Campos, Villalba de los Alcores, Autilla del Pino, Paradilla del Monte, Valoria del Alcor, Trigueros del Valle, Quintanilla de Trigueros, Santa Cecilia del Alcor, Cubillas de Santa Marta, Corcos del Valle o Palazuelos. En la actualidad, forma parte de la diócesis de Palencia y del arciprestazgo del Cerrato.

La arquitectura monumental de esta iglesia y, en especial, la riqueza artística que atesora en su interior la convierte en uno de los conjuntos monumentales más importantes de la región, con tallas de gran calidad e importancia, obra de artistas como Gregorio Fernández o Diego de Siloé, donde cabe destacar el conjunto que constituye su altar mayor, formado por un magnífico retablo mayor de estilo hispano-flamenco, una original sillería de coro y el panteón de los condes de Buendía.

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Transcription

Historia de la construcción

Cabecera de la iglesia, donde se puede observar la pervivencia de elementos románicos en los ábsides central y septentrional

Se trata de una construcción de transición del románico (ábsides lateral y central) al gótico (naves laterales con bóvedas de crucería), estilo que ha venido a denominarse como tardorrománico o proto-gótico, pudiéndose observar paralelismos con la arquitectura cisterciense. Las obras se inician a finales del siglo XII sobre una planta de planificación todavía románica que va a ir adoptando las nuevas soluciones técnicas del gótico (arcos ojivales y bóvedas de crucería), que están penetrando en esos momentos en Castilla procedentes de Francia a través del cercano Camino de Santiago, prolongándose su construcción a lo largo del siglo XIII.

Sufre importantes reformas sobre todo en los siglos XV y XVI y, así, a la obra inicial, fueron añadiéndose intervenciones propias del gótico flamígero (pórtico), del renacimiento (en especial la torre, herreriana, que sigue las trazas dadas por Alonso de Tolosa en 1585, siendo ejecutadas las obras por Juan de Mazarredonda y Pedro del Río), del barroco (cimborrio) y del neoclasicismo (sacristía).

Cabe destacar su profunda cabecera que se compone de una capilla central con ábside poligonal precedido por un tramo recto. La gran profundidad de este espacio viene determinada por estar reservada a alojar el coro del cabildo, algo atípico en España, pudiéndose establecer paralelismos con el famoso monasterio de las Huelgas Reales de Burgos, o con el cercano monasterio de Santa María de Palazuelos (Corcos de Aguilarejo, Valladolid), construido al mismo tiempo, pues se levantó entre 1216 y 1254. Es precisamente en esta zona, el presbiterio, donde se conservan los vestigios de construcción más antiguos, románicos, concentrados en los ábsides central y septentrional, que cuentan con ventanales con arcos de medio punto y bóveda de horno o de cuarto de esfera.

Vista general

Problemas estructurales

Al tratarse de una construcción realizada en una fase muy inicial del gótico, presenta importantes problemas estructurales desde un primer momento de construcción, tales como la falta de altura en las naves laterales para contrarrestar el empuje de las bóvedas de la nave central, falta de sección en las columnas centrales para resistir las presiones de las bóvedas o deficiente cimentación por no haberse llegado al firme en casi la totalidad de los muros. En especial, todas estas deficiencias han hecho que se haya visto afectada por el giro de las hojas del muro sur hacia el exterior, pudiéndose observar actualmente su inclinación a simple vista. Situación que tradicionalmente se habían achacado al Terremoto de Lisboa (1755), pero que en realidad deriva de esos problemas estructurales. Para solucionarlo, se reforzaron los seis pilares centrales, octogonales, formados por columnas adosadas y capiteles figurados, actualmente ocultos por el refuerzo.

Incendio

El día 7 de Diciembre de 1948 resplandores siniestros iluminaron la ciudad de Dueñas. Su magnífico templo parroquial ardía presa de las llamas, y el vecindario apenadísimo acudió a extinguir el incendio, logrando focalizarlo poco a poco, hasta su extinción (Palabras del abad de San Isidro, Buenaventura Ramos Caballero, en el Diario Palentino de 9 de octubre de 1951).

Fue sometida a una importante intervención y restauración entre 1948 y 1951 a causa de un incendio que tuvo lugar la noche del 7 de diciembre de 1948, víspera de la Inmaculada Concepción. En este caso, el templo estuvo cerrado durante tres años, hasta octubre de 1951, haciendo coincidir su reinauguración con la celebración del V Centenario del Nacimiento de Isabel la Católica. Las obras fueron dirigidas por el arquitecto diocesano Antonio Font de Bedoya y se acometieron obras de gran calado con el objeto de solucionar los problemas estructurales de los que, como ya hemos apuntado, adolecía la fábrica de la iglesia. Según el propio arquitecto:

En lo sucesivo, debe la ciudad de Dueñas reconocer con mayor fervor como su protectora a Nuestra Señora de la O, su patrona, ya que de no haber dado la circunstancia del incendio de su altar que tanto deterioró su iglesia parroquial, no se hubiera percatado la ciudad del estado de ruina en que se encontraba su principal templo (Diario Palentino de 9 de octubre de 1951).

Asimismo, tras el incendio y debido a las directrices del Concilio Vaticano II (1962-1965), se desmontaron numerosos altares y retablos que se encontraban distribuidos por las columnas y muros del templo, así como los púlpitos y la rejería que cerraba el altar mayor. En la documentación histórica se habla de la existencia de altares como el de la Resurrección, “que antiguamente era del señor San Sebastián”, mandado realizar por el bachiller Diego Rodríguez de Vertavillo, preste en la iglesia y racionero en la catedral de Salamanca; el altar dedicado a Santa Catalina, mandado realizar por el bachiller Alonso Martínez de San Isidro o el altar de San Francisco, mandado realizar por Juan Pastor. Otros altares mencionados, hoy desaparecidos, son los de la Piedad, San Miguel, Santa Ana, San Gregorio, San Antonio, San Antolín, San Bartolomé, San Nicolás o la Magdalena. Hubo también un retablo dedicado a San Pedro, proveniente quizás de la ermita dedicada a este santo, del que tan sólo se conserva hoy -en el baptisterio- la talla principal del conjunto, de gran envergadura.

Intervenciones recientes

Asimismo, se ha vuelto a intervenir en ella recientemente (2001-2003) debido a los importantes problemas estructurales del muro sur, que no se habían visto convenientemente solucionados a pesar de las diferentes actuaciones. En este caso, se llevó a cabo un realce de la cimentación en toda la fachada sur, inyectando hormigón a presión a lo largo del muro con el objetivo de frenar tanto el movimiento del muro de separación de naves como la apertura de la nave central. En dicha intervención, se restauraron también las cubiertas de las naves laterales y se descubrió la piedra original de las naves laterales y el presbiterio, que había sido totalmente enfoscada de yeso tras el incendio de 1948.

En los últimos años, se ha restaurado el retablo mayor (2009-2010), descubriéndose la policromía original del siglo XVI, cubierta por varias capas de repintes,[1]​ y se ha implantado un sistema electroestático en la torre para evitar el anidamiento de aves y cigüeñas, así como su acceso al interior de la torre a través de la instalación de mallas de polietileno en los ventanales de la misma (2012). En 2022, se ha intervenido en el tejado, especialmente en la cúpula del crucero, y en la limpieza y aparejo de los paramentos exteriores.

Cabildo parroquial

Estructura y funcionamiento

Debido al peso histórico de Dueñas, su iglesia principal contó con un importante cabildo parroquial formado por 12 beneficiados de preste, 4 diáconos, 3 subdiáconos y 8 graderos (es decir, aquellos que sólo habían recibido las órdenes menores). De los doce presbíteros, sólo tres de ellos ostentaban el curato, esto es, la cura de almas o cura animarum y, por tanto, eran los únicos autorizados para administrar los santos sacramentos. La ostentación de dichos curatos parece ser que se turnaba anualmente entre dichos presbíteros. Este nutrido cabildo se encargaba de oficiar todos los oficios divinos y el sinfín de misas, memorias y aniversarios sufragados por los fieles para la salvación de sus almas.

La obtención de un beneficio o prebenda quedó regulada por las sinodales de cada diócesis, en base al derecho canónico. En Palencia se estableció que la elección de las prebendas o beneficios recayera en los propios obispos (o sus delegados) y se otorgaban a través de un concurso-oposición que suponía la realización de un examen donde, por lo general, se había de demostrar una serie de conocimientos, así como el análisis de algún texto teológico o canónico. Entre los requisitos exigidos para acceder a un beneficio eclesiástico se encontraban poseer la patrimonialidad (es decir, ser natural de la localidad), tener la edad mínima necesaria (14 para las órdenes menores, 22 para subdiácono, 23 para diácono y 25 para preste) y hallarse libre de todo impedimento canónico.

Relación con la comunidad de San Agustín

Panorámica del antiguo convento de San Agustín

La historia del cabildo parroquial de Dueñas estuvo marcada por el continuo enfrentamiento con la comunidad eclesiástica del convento de San Agustín, en especial debido a cuestiones como el derecho de entierro de los feligreses y el cobro de los diezmos. Posteriormente, se sumarían nuevos conflictos en relación con la construcción del convento a intramuros de la localidad pues, hasta su destrucción durante la guerra civil castellana (1351-1369), se encontraba junto al Camino Real de Valladolid. Todo ello dio lugar a que ambas comunidades firmaran una primera concordia o concordia antigua el 12 de abril de 1359. En dicha concordia, a cambio de una serie de propiedades, el cabildo parroquial reconocía al convento una serie de derechos en relación con los entierros y los diezmos. Pese a ello, las fricciones no tardaron en volver a surgir, lo que llevó al convento a solicitar la intercesión de los tribunales eclesiásticos. En 1407, por bula del Papa Benedicto XIII se nombraba como juez conservador en este caso al abad de Sahagún pero, dos años después, en 1409, se llegó a dictar una sentencia arbitral por parte del abad de Husillos y el prior del convento de San Agustín de Valladolid (confirmada posteriormente tanto por el obispo de Palencia como por el abad de la colegiata de Valladolid). Esta sentencia, considerada como una segunda concordia, fue apelada por el cabildo parroquial ante la Santa Sede, quien otorgó poder al auditor de las causas del palacio apostólico para revisar dicha sentencia, quien la confirmó, siendo ratificada de nuevo por el abad de Santa Leocadia (Toledo), tras una nueva apelación. Pese a estas sentencias, el cabildo no aceptó la resolución papal y el convento volvió a apelar al Papa Eugenio IV, quien expidió una nueva bula a favor del monasterio en 1442.

Vemos, por tanto, que los enfrentamientos fueron constantes y se extendieron a lo largo de toda su historia, entablándose un nuevo -y prolongado- pleito entre ambas comunidades a finales del siglo XV, en 1482. Y así, por ejemplo, el fallecimiento del V condestable de Castilla a su paso por la villa en 1585, produjo un nuevo enfrentamiento, ya que el cuerpo se depositó temporalmente en el convento, pero el cabildo exigía trasladarlo a la iglesia. Todavía a finales del siglo XVIII, a raíz del Breve de Pío VI de 8 de enero de 1796 por el que se derogaban todas las exenciones de diezmos, estalló de nuevo el conflicto debido a que San Agustín, pese a todo, alegaba que se había de respetar su exención de diezmar en base a aquella antigua concordia de 1359, ya que se trataba de un título oneroso entre ambas comunidades.

En el transcurso de este pleito se produjo, además, un interesante debate sobre si la iglesia parroquial llegó a ostentar en la Edad Media el rango colegial, pues es cierto que en la documentación de los siglo XIV y XV aparece la figura de un abad y, en ocasiones, se la designa como colegiata. Sin embargo, es una cuestión que todavía está por dilucidar, aunque esta posibilidad nunca se ha contemplado por la historiografía específica sobre este tema, pues, de haber existido, se perdió por completo en el siglo XV.

Imaginería

La arquitectura monumental de esta iglesia y, en especial, la riqueza artística que atesora en su interior la convierte en uno de los conjuntos monumentales más importantes de la región, con tallas de gran calidad e importancia, obra de artistas como Gregorio Fernández o Diego de Siloé, donde cabe destacar el conjunto que constituye su altar mayor, formado por un magnífico retablo mayor de estilo hispano-flamenco, una original sillería de coro y el panteón de los condes de Buendía.

Altar Mayor

Retablo Mayor

El altar mayor, discutido patronato de los Acuña, está formado por un ábside poligonal precedido por un tramo recto. La gran profundidad de este espacio viene determinada por estar reservada a alojar el coro del cabildo, algo atípico en España. Aloja, así, el conjunto monumental más importante que atesora el templo, formado por el retablo mayor, la sillería del coro y el panteón de los condes de Buendía.

Los condes de Buendía, señores de Dueñas desde 1439, decidieron convertir el altar mayor de esta iglesia en el panteón familiar. Existe constancia documental de que todos los titulares del condado de la familia Acuña fueron enterrados en el altar mayor junto con algunas de sus mujeres. Sin embargo, de la cripta histórica, construida en el siglo XVI, nada se conserva y sólo sobreviven cuatro sepulcros pertenecientes a los siglos XV y XVI situados a cierta altura, unos cinco metros, en los muros laterales del ábside. En el lado del Evangelio aparecen dos sepulcros con efigies de Pedro (fallecido en 1482) y Fadrique (1558), primer y quinto conde respectivamente, que ejemplifican los cambios de estilo entre finales del siglo XV y mediados del XVI, realizado este último por Manuel Álvarez entre 1558 y 1560, aunque se construyó a modo de cenotafio para cerrar el conjunto funerario, ya que el conde se mandó enterrar en la cripta construida también en el altar, debajo del coro. Frente a estos, en el lado de la Epístola, aparecen los sepulcros de Lope (1489), II conde de Buendía, y su mujer Inés Enríquez de Quiñones (1488), hija del almirante de Castilla Fadrique Enríquez, tía de Fernando el Católico, en sendas urnas doradas con los blasones familiares y rodeadas de una profusa decoración geométrica y vegetal, excelentes ejemplos del gótico mudéjar. Actualmente, bajo el altar se conserva una cripta moderna, realizada tras el incendio de 1948, donde fueron enterrados el principal promotor de su restauración: Federico Mayo Gayarre, junto a su suegro, Antonio Monedero Martín (1872-1940), y las mujeres de ambos, Ana Monedero Schlesser y Magdalena Schlesser Charón (aunque éstas sin epitafio). Para ello recibieron la autorización necesaria gracias a que los fondos de la importante restauración provenían del Instituto Nacional de la Vivienda, del que Federico Mayo era Director General desde su fundación en 1939.

Interior

El retablo mayor es una obra de estilo hispano-flamenco construido entre 1510 y 1518 por el maestro Antonio de Malinas, Giralte de Bruselas y los entalladores Pedro Manso y Alonso de Ampudia. Presenta escenas en madera policromada de la vida de Cristo que marca el tránsito entre el gótico final y el Renacimiento, siendo considerado una obra maestra de la escultura castellana de este momento. Asimismo, en 2018 se recuperó un antiguo tabernáculo renacentista del siglo XVI, que se encontraba desmontado y olvidado. Realizado para la iglesia parroquial, en el siglo XIX fue sustituido por otro, por lo que fue reclamado por los monjes de San Agustín, donde -tras su desamortización- quedó abandonado. Tras una minuciosa restauración, ha sido restituido a su lugar original, presidiendo el altar mayor.

También posee especial interés, por su rareza, la sillería de coro, datada hacia 1500, en la que se combinan las tracerías góticas y los temas de salvajes, se piensa que relacionados con los nuevos descubrimientos, representando figuras mitad humanas, mitad monstruos, con garras y colas, vestidos como salvajes (ropajes y coronas vegetales), y que aparecen entre un follaje atípico de la zona en el que, incluso, aparecen piñas, características de un clima tropical. No se trata, por tanto, de una decoración de temática religiosa, como es habitual, sino que aparecen incluso figuras mitológicas como un centauro o una sirena. Posiblemente son restos de dos sillerías diferentes, una de finales del XV y otra de comienzos del XVI.

Nave del Evangelio

Planta de la iglesia de Santa María de la Asunción de Dueñas con la ubicación de todos los retablos y altares

Al carecer de capillas, por los muros del templo se distribuyen obras de gran calidad artística. En el lado del Evangelio se encuentran los retablos y altares de:

  • La Santísima Trinidad, dedicado a la Orden Trinitaria, destaca la pintura central que pertenece a la escuela madrileña del siglo XVII y representa el Misterio de la Trinidad en sus tres figuras: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Junto a la puerta del sagrario (desaparecida) aparecen dos pinturas que representan la Oración en el Huerto y la Resurrección de Cirsto. En el ático aparece una pintura del santo trinitario San Simón de Rojas (28 de septiembre) en su representación más habitual, junto a la Virgen María y la inscripción "Ave María". Sobre el retablo se conserva también un lienzo en el que está representado el martirio del Beato Pedro de Dueñas, natural de Bujalance (Córdoba), hijo de Alonso de Dueñas e Isabel Sebastián. Profesó como fraile franciscano en el monasterio de San Francisco del Monte (en Adamuz), hoy en ruinas enclavado en pleno corazón de Sierra Morena, desde donde partió a predicar a Granada junto su mentor, Juan de Cetina. Debido a sus prédicas, ambos fueron degollados por el propio sultán, Mohamed Abenbalba o Muhhammed VII, el 19 de mayo de 1397, frente a las puertas de la mezquita. Ante las propuestas del sultán para perdonarle la vida, fray Pedro habría contestado: "Admito por más conveniente a mi alma, padecer la muerte que tú dices, que aceptar las ofertas que me ofreces". En la ciudad nazarí se conserva una columna conmemorativa de su martirio en el atrio de la iglesia de Santa María de la Alhambra, realizada en 1610, construyéndose también en su honor, por orden de los Reyes Católicos, una ermita sobre la que actualmente se levanta la iglesia de San Gregorio Bético, en el Albaicín.
  • San José con el niño, barroco del siglo XVIII con una hornacina central ocupada por una talla de madera policromada de San José con el niño rodeada por las herramientas de carpintero, características del oficio de San José como la escuadra, el martillo, el compás, etc. En la parte superior, aparece otra talla de Santa Bárbara (4 de diciembre) con sus atributos característicos, la palma de mártir y la torre.
Cristo Yacente de la Escuela de Gregorio Fernández
  • San Francisco Javier (3 de diciembre), retablo de estilo barroco en su etapa final, dedicado a este misionero jesuita de origen navarro que vivió en el siglo XVI y fue a predicar al Lejano Oriente. Aparece representado como un peregrino, iconografía poco conocida, con venera y bordón, acompañado de San Antón (17 de enero) y San Blas (3 de febrero). Bajo el retablo, destaca un Cristo Yacente de la escuela de Gregorio Fernández que procesiona el Viernes Santo con la Cofradía del Santo Sepulcro.
San Isidro, patrón de Dueñas (15 de mayo), de Gregorio Fernández
  • Virgen de la Esperanza o de la Expectación del Parto, más conocida popularmente como Virgen de la O, patrona de la localidad, cuya festividad se celebra el 18 de diciembre, establecida en el X Concilio de Toledo en el 656 d. C. cuando era obispo San Eugenio III, para lo cual fue trascendental la labor de San Ildefonso, gran devoto de la Virgen María. Se trata de una advocación relacionada con el Adviento, momento en el que la Virgen se encuentra embarazada, justo una semana antes de la Natividad. El retablo actual sustituye al anterior, mandado construir por el obispo Agustín Rubín de Ceballos en el siglo XVIII pero que desapareció en el incendio de 1948. El actual, neogótico, se inauguró en 1951 y las pinturas, de gran calidad, que recuerdan a las tablas de Berruguete, son del pintor palentino Germán Calvo (1910-1995) y representan escenas de la vida de la Virgen: la Anunciación, la Visitación, la Presentación en el Templo y los Desposorios con San José, representándose en el banco a los cuatro profetas mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel), con una inscripción en letras góticas que reza: "Los fieles devotos de Nuestra Señora de la O a su excelsa patrona".
Cristo Crucificado (siglo XIII)

Junto al retablo de la Santísima Trinidad ha sido ubicado un sarcófago gótico de principios del siglo XIV que, ateniéndonos a los blasones que orlan la tapa, contiene los restos de un descendiente de la casa real castellana, de Fernando III el Santo y Alfonso X el Sabio. Posiblemente se trate de un hijo, fallecido en la infancia, de Juan de Haro el Tuerto y su esposa Isabel de Portugal y Manuel, quienes fueron señores de Dueñas, al haber heredado Juan de Haro la villa a la muerte de su padre, Juan de Castilla el de Tarifa, en 1319. Éste la había recibido en 1303 por merced de Fernando IV debido a la necesaria compra de lealtades durante su minoría de edad y en compensación por el señorío de Vizcaya, que había sido usurpado a su mujer María Díaz de Haro por su tío Diego López V de Haro, conocido por ello como "El Intruso".

Baptisterio

A los pies de esta nave nos encontramos también con el baptisterio, situado en el primer cuerpo de la torre campanario, con una pila de estilo lobulado del siglo XVI y decoración de conchas marítimas, símbolo de las aguas del bautismo.

En origen, este espacio estaba dedicado a la capellanía privada de la familia Villadiego, dedicada a San Ildefonso, fundada por Gaspar Fernández de Villadiego, canónigo en la catedral de Santiago de Compostela, en 1589. En ella se encontraba el retablo renacentista dedicado a este santo de origen toledano, hoy ubicado en la nave de la epístola. Actualmente, se conserva una talla de bulto de San Pedro seguramente procedente de un antiguo retablo, desmontado en el siglo XX debido a su mal estado de conservación, así como diversos cuadros: dos barrocos, uno dedicado a San Pedro arrepentido (o lágrimas de San Pedro) y un llanto sobre Cristo muerto, así como dos pequeños cuadros de carácter más doméstico, un San Juan Bautista y una Divina Pastora.

Capilla absidial

Por último, la capilla absidial de esta nave es el espacio más antiguo que se conserva, románico, con bóveda de horno y ventanal con arco de medio punto cegado en alabastro. En esta capilla, destinada actualmente a albergar el Santísimo, esto es, el sagrario, se conserva también la talla más antigua de las que posee la iglesia, la única del momento de construcción de la misma, un Cristo crucificado del siglo XIII que, al igual que la iglesia, es transición románico-gótico. Venerado como Santo Cristo de las Ánimas, estaba a cargo de la cofradía de las Benditas Ánimas. En el siglo XVII, Alonso Pérez Cantarero (1585-1659), nacido en la localidad y secretario de los consejos de Italia, Guerra y Estado durante el reinado de Felipe IV, ordena la construcción en esta capilla de una cripta para su enterramiento, que actualmente no se conserva. Este espacio le fue cedido debido a las numerosas mercedes que había logrado para la iglesia y villa de Dueñas por decisión del cabildo parroquial de 2 de abril de 1658 y licencia del obispo de Palencia, Antonio de Estrada Manrique, de 12 de abril. La cripta fue construida ese mismo año por los maestros de cantería Lucas Serrera y Juan de Herrera, naturales del lugar de Grajano, siendo enterrado al año siguiente junto a sus esposas, Anastasia Delgadillo y Ana Inés de la Fuente.

Desde 2018, tras su restauración para la exposición de Las Edades del Hombre celebradas en Aguilar de Campoo, fue trasladado a esta capilla desde el baptisterio, el cuadro conocido como "Itinerario Místico" o "Escalera Mística", anónimo del siglo XVII que refleja la concepción del mundo durante la Edad Media y la Moderna, en el que aparecen representados el mundo sublunar, las esferas celestes y el cielo empíreo con todos sus habitantes y con el modo de poder acceder a él, en el que se puede observar la influencia de las concepciones platónica y aristotélica. A partir de los cuatro elementos (tierra, aire, agua y fuego), aparecen ordenados con numeración romana los siete astros celestes conocidos: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno, hasta llegar a los diferentes cielos, el Firmamento, el Primvm Mobile o Primer Motor y el cielo Cristallinum, donde aparecen representados las jerarquías de los diferentes coros angélicos y, en la parte superior, la Santísima Trinidad representada con tres figuras antropomórficas, iconografía de la Trinidad censurada por el Concilio del Trento, al representar al Espíritu Santo como otra persona y no como una paloma. El cuadro se convierte también en un compendio de la vida monástica y, así, sobre los votos monásticos (pobreza, obediencia y castidad) y la personificación de la Fe y la Humildad, se señalan las virtudes de vilitas y asperitas, por lo que el desprecio de sí mismo y la aceptación de las dificultades aparecen como las condiciones para el ascenso a través de la Puerta Augusta. Finalmente, una escalera de doce peldaños representa cada uno de los estadios necesarios para alcanzar la Gloria Divina, que recuerda a la famosa escalera de Jacob. A partir del deseo de Dios (Desiderivm), en el siglo XII, el cartujo Guigo II menciona una Scala Claustralium compuesta por cuatro grados: lectio, meditatio, oratio y contemplatio. A partir de la cual, en el siglo XIII, Buenaventura menciona una escalera de siete grados de la contemplación: Ignitio, Vnctio, Extasis, Especualtio, Gvstvs, Resquies y Gloria. Los escalones representan, por tanto, las tres vías místicas de San Juan de la Cruz: purgativa (grados 1 al 4), iluminativa (del 5 al 8) y unitiva (del 9 al 12). Tan sólo se encuentran representaciones pictóricas similares en la iglesia del Carmen de Antequera (Málaga), en el monasterio franciscano de la ciudad polaca de Kalwaria Zebrzydowska y en Cuzco (Perú), los cuales tomarían como modelo algún grabado de la época debido a la insólita temática dentro de la pintura religiosa coetánea.[2]

Nave de la Epístola

En el lado de la Epístola destacan dos retablos situados junto a la puerta de la sacristía dedicados a la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), patrona de España desde el siglo XVII (Milagro de Empel), aunque su dogma no fue reconocido por la Iglesia Católica hasta el siglo XIX, en 1854, a través de la Bula Ineffabilis Deus de Pío IX. Uno de los retablos está formado por un gran lienzo del pintor madrileño Jerónimo López Polanco, que sigue el modelo de Inmaculada instaurado por Gregorio Fernández. De este retablo neoclásico cabe destacar también la puerta del sagrario con una tabla flamenca del siglo XVI de gran calidad con un Ecce Homo. El segundo retablo, rococó, ha perdido la talla original, destruida durante el incendio del 7 de diciembre de 1948, pues se encontraba expuesta en el altar al ser la víspera de la Inmaculada, siendo sustituida por una talla moderna de pasta de madera, conocidas como imágenes de Olot, producidas en serie a partir de un modelo. No obstante, destaca la pintura de la Virgen con el Niño que aparece en un tondo en el ático del retablo.

En esta nave se encuentra también el retablo dedicado a San Ildefonso (23 de enero), trasladado desde el baptisterio (antigua capilla de los Villadiego). Está formado por pinturas atribuidas a algún maestro castellano de principios del siglo XVI, en torno a 1539. Destacan las dos superiores, con imágenes de Juan Bautista: el Bautismo de Cristo y su Decapitación, así como la imagen central con la imposición de la casulla por la Virgen a San Ildefonso en la catedral de Toledo. En la hornacina superior, presenta también una talla de San Esteban, aunque no es la imagen original de este retablo, pues sustituye a una Virgen de plata, desaparecida. Flanqueando al retablo, se encuentran las tallas de la Virgen del Carmen (16 de julio) y San Antonio de Padua (13 de junio).

Finalmente, nos encontramos un retablo barroco del siglo XVII, gemelo al de San José con el niño que se encuentra justo enfrente, dedicado a la Virgen del Populo con una pintura dedicada a la Virgen con el Niño y, en el ático, una talla de San Francisco.

El órgano situado en el coro alto, construido a los pies del templo en 1570, es de 1754 obra del organista vallisoletano José Ballesteros, reformado entre 1794 y 1798 por el burgalés Tadeo Ortega. La caja, barroca, de madera de pino con pintura jaspeada en tonalidades verde, naranja y dorado, mide 8 metros de alto por 4 de ancho, pero el teclado o consola no es la original pues fue sustituida por una de transmisión eléctrica tras el incendio de 1948.

Sacristía y Museo Parroquial

Ecce Homo, Diego de Siloé

Cuenta con un pequeño museo parroquial en el que se conserva la platería y orfebrería litúrgica, en especial la cruz procesional, cáliz expositor y portapaz, realizados por un orfebre vallisoletano en plata sobredorada a comienzos del XVI, donación de los Acuña.

Asimismo, cabe destacar la talla del Ecce Homo de Diego de Siloé (hacia 1525), quizá la obra de arte de mayor calidad de todo este notable conjunto. Esta talla pertenecía a una capilla del convento de San Agustín, cuyo patronazgo fue adquirido por Diego de Neira y Ana María de Salcedo y Hoyos en 1599. Sin embargo, tras la desamortización del convento en 1835, pasó a pertenecer a la Cofradía de la Vera Cruz, por lo que actualmente procesiona el Jueves Santo. Se encuentra flanqueado por dos tallas góticas del siglo XV que representan a San Antón y San Bartolomé, atribuidos a Alonso de Portillo y pertenecientes también a dicha Cofradía.

El museo se completa con diferentes objetos litúrgicos (cruces procesionales, cálices, coronas de la Virgen, vinajeras, navetas, relicarios, etc.), un cuadro de los santos Cosme y Damián, patrones de la medicina, un frontal de altar con un guadamecí o un cristo de márfil. Asimismo, cabe destacar algunos ejemplos de industria textil como el palio que se sigue utilizando el día del Corpus Christi, así como dos ternos de casulla y dalmáticas, uno castellano de terciopelo e hilos de oro y plata con el escudo de los condes de Buendía, y otro de origen oriental, a excepción de la casulla, italiana, en forma de guitarra.

El museo fue creado en la década de los ochenta por el párroco Javier del Río Sendino, posteriormente obispo de Tarija (Bolivia), en un cuarto anexo a la sacristía de la iglesia. La sacristía actual fue mandada construir por el obispo de Jaén Agustín Rubín de Ceballos en el siglo XVIII, de estilo neoclásico, y que también cabe reseñar por conservar la decoración de la época: cajoneras, arcones, cuadros y espejos, además de la decoración pictórica de la cúpula.

Ente su decoración, cabe destacar seis cuadros barrocos, de influencia holandesa, que se encuentran en un mal estado de conservación pero presentan cierta calidad pictórica. Todos ellos representan diversas escenas de la Pasión de Cristo, a excepción de uno de ellos (el único restaurado al haber participado en una exposición), que representa la mítica batalla de Clavijo, en el transcurso de la cual el apóstol Santiago prestó por primera vez su ayuda a las tropas cristianas, germen, por tanto, de su advocación como Santiago Matamoros.

En las cuatro esquinas de la sacristía, dentro de hornacinas, se encuentran varias esculturas barrocas del siglo XVII que representan a los cuatro padres de la iglesia latina: San Gregorio, San Agustín, San Ambrosio y San Jerónimo. Por último, sobre la puerta de entrada, además de la inscripción fundacional del obispo Rubín de Ceballos, aparece una reproducción del Santo Rostro de Jaén, diócesis de la que era obispo, así como un retrato del propio obispo Rubín, ubicado sobre la puerta de acceso al museo.

Acontecimientos Históricos

  • Bautizo de la primogénita de los Reyes Católicos, Isabel de Aragón, en octubre de 1470.
  • Ceremonia de entrega del Toisón de Oro a Fernando el Católico por una embajada procedente de Borgoña encabezada por el señor de Bièvres, el 24 de mayo de 1474.
  • Celebración de una serie de Juntas Generales presididas por el Contador Mayor Alonso de Quintanilla en el contexto de las Cortes de Madrigal de las Altas Torres entre mayo y agosto de 1476 con el objetivo de crear la Santa Hermandad.
  • En el siglo XVI, presencia de los Austrias Carlos I y Felipe II a su paso por la villa. Carlos I en varias ocasiones (1520, 1523, 1527, 1539 y en su viaje de retiro a Yuste en 1556) y Felipe II en su viaje a Aragón en agosto de 1592.
  • Incendio en la noche del 7 de diciembre de 1948, que dio lugar a una importante intervención entre 1948 y 1951.
  • Traslado a la cripta de los restos mortales de Antonio Monedero Martín (fallecido en 1940) en octubre de 1951, coincidiendo con los actos de inauguración de la iglesia tras las obras acometidas debido al incendio de 1948 y que habían sido sufragadas con fondos del Instituto Nacional de la Vivienda, dirigido por su yerno Federico Mayo Gayarre.
  • Entierro en la cripta de los restos mortales de Federico Mayo Gayarre en 1954.

Archivo parroquial

El Archivo Parroquial de Dueñas (APD) se encuentra actualmente custodiado en dependencias parroquiales y cuenta con rica documentación seriada desde principios del siglo XVI. Por suerte, en torno a 1997, todo ello fue convenientemente ordenado, siendo clasificado en cajas de cartón homologadas con una breve descripción de su contenido por Miguel Ruiz Prada, quien por aquel entonces, antes de ordenarse sacerdote, estuvo de ayudante en Dueñas, cuando ejercía de párroco Jesús Cano.

En este tipo de archivos, en primer lugar, cabe destacar los llamados libros sacramentales, esto es, aquellos en los que se registra la administración de los principales sacramentos de la Iglesia Católica: los bautismos, los matrimonios y/o velaciones, los entierros y, en ocasiones, las confirmaciones. La obligatoriedad de recopilar esta información fue establecida por el Concilio de Trento, aunque en muchas parroquias se llevaba ya un control con anterioridad. Por lo que respecta a los bautismos, en Dueñas, el primer libro se inicia en 1529 y dispone de información seriada, salvo un pequeño vacío de doce años, entre 1547 y 1558. Asimismo, cabe destacar que se conserva también un libro con los bautismos de la iglesia de San Esteban, en la aldea de Valdeazadas, entre 1581 y 1641. Los libros de matrimonio se inician en 1592 y también presentan información seriada, salvo un pequeño vacío de seis años entre 1603 y 1608. Por último, los libros de defunciones son mucho más tardíos pues, en un primer momento (siglos XVI-XVII), se recogían tan sólo las mandas testamentarias de los difuntos con las misas, cabos de año o aniversarios que encargaban al cabildo parroquial, pero no un asiento de defunción como tal. Hemos de esperar a finales del siglo XVIII, a 1781, para que empiecen a asentar los entierros.

Por otro lado, estos archivos conservan también diversa documentación de carácter administrativo y económico, que regulaba el funcionamiento de estas instituciones. Destacan, por ejemplo, los libros de visitas pastorales (en Dueñas, la primera conservada data de 1505, realizada por Juan Rodríguez de Fonseca, incluyéndose un detallado inventario no sólo de la parroquia, sino de todas las ermitas); los libros de inventarios de bienes (datando el más antiguo de 1626); libros de memorias, aniversarios y censos encargados por los fieles al cabildo parroquial; libros de fábrica, que recogen las cuentas (ingresos/gastos), tanto en moneda como en especie (trigo, cebada, etc.); libros de cuentas y tazmías; libros de apeos de tierras, etc. Gracias a lo cual, se puede reconstruir la historia de estas instituciones, que desempeñan un importante papel en nuestra sociedad.

Accesibilidad

Desde el año 2003, gracias al Convenio de Apertura de Monumentos suscrito por la Diputación y el Obispado de Palencia, la iglesia está abierta al público en los periodos de mayor afluencia turística en el siguiente horario:

  • Horario de Semana Santa:

-Mañanas de 11:00 a 14:00

-Tardes de 16:00 a 19:00

  • Horario de Verano

Incluye los tres últimos fines de semana de junio (viernes, sábado y domingo) y todos los días, excepto los lunes, de los meses de julio, agosto y septiembre, en el siguiente horario:

-Mañanas de 11:00 a 14:00

- Tardes de 17:00 a 19:30

Galería de imágenes

Bibliografía

  • Caballero Bastardo, Arturo (1992). Dueñas. Iglesia de Santa María. Palencia: Diputación de Palencia. 
  • Caballero Bastardo, Arturo; Caballero Chacón, Fernando (1987). El Libro de Dueñas. Palencia: Caja de Ahorros de Palencia y Monte de Piedad. Archivado desde el original el 28 de enero de 2016. Consultado el 4 de octubre de 2015. 

Referencias

  1. Vídeo sobre la restauración de la Fundación de Patrimonio Histórico de Castilla y León: https://www.youtube.com/watch?v=O6Ga2-dVSJ8
  2. Caballero Bastardo, 1988; Gangui, Siracuano y Rey Márquez, 2014 y Rey Márquez y Accatino Scagliotti, 2014

Enlaces externos

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