| Gregorio Cruzada Villaamil | ||
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| Información personal | ||
| Nacimiento |
1832 Alicante (España) | |
| Fallecimiento |
29 de noviembre de 1884 Madrid (España) | |
| Sepultura | Cementerio de San Isidro | |
| Nacionalidad | Española | |
| Información profesional | ||
| Ocupación | Historiador del arte, crítico de arte, historiador, periodista, editor, político y diplomático | |
| Cargos ocupados | Diputado de España | |
| Seudónimo | El difunto pintor Orbaneja | |
| Obras notables | El Arte en España | |
Gregorio Cruzada Villaamil o Villamil (Alicante, 1832-Madrid, 29 de noviembre de 1884) fue un historiador, crítico del arte, periodista y político español.
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Obra comentada: Cazador cargando su escopeta, de Francisco de Goya
Transcription
La historia de esta obra empieza realmente en 1773, cuando Carlos III, encargó varias series de tapices con asuntos de caza para decorar las nuevas habitaciones en el Real Sitio de El Escorial. La decoración fue dirigida por el arquitecto Francisco Sabatini. La dirección artística de este conjunto de tapices estaba asignada a Mariano Salvador Maella y a Francisco Bayeu, bajo los cuales trabajaron pintores como José del Castillo, Matías Téllez, Ginés de Aguirre y Ramón Bayeu. Este último naturalmente trabajó bajo la supervisión de su hermano Francisco y estaba encargado de un conjunto de 14 cartones para tapices con asuntos de caza, destinados a la decoración del comedor de los príncipes en El Escorial. Ramón Bayeu empezó a pintar en 1774 y en marzo del año siguiente solo había entregado 5 cartones. Se había reconocido la necesidad de contratar a otro pintor para que ayudara a adelantar este proyecto y que terminara sobre todo estos 14 cartones. Y seguramente por recomendación de Francisco Bayeu se llamó a Goya que en ese momento estaba en Zaragoza terminando los frescos del Aula Dei. Goya aceptó la oferta, vino a Madrid y se incorporó en enero de 1775. Entonces pintó los 9 cartones restantes y los entregó en dos partes en mayo y octubre de 1775. Acompañando estas entregas con sus facturas firmadas y con descripciones exactas en cada una de las composiciones. Vamos al siglo XIX, los cartones de tapices guardados en la Real Fábrica de Tapices se trasladaron a los sótanos del Palacio Real. Existen tres inventarios contemporáneos redactados por la Real Fábrica de Tapices, en los que se registra este conjunto de los 14 cartones con asuntos de caza. Lo interesante es que en estos tres inventarios, casi ha desaparecido el nombre de Goya. En el primero (1780), el conjunto figura a nombre de Francisco Bayeu, como director del proyecto. En el segundo (1782), el conjunto se declara pintado enteramente por Ramón Bayeu. Sin embargo en el tercero (1786), se declara que los cartones fueron pintados tanto por Goya como por Ramón Bayeu, pero sin especificar cuáles de las obras fueron pintadas por cada uno. Gregorio Cruzada Villaamil que conocía precisamente estos tres inventarios, rechazó tajantemente la idea de una posible colaboración entre los dos. Cruzada Villaamil atribuyó finalmente el conjunto entero a Ramón Bayeu. En este catálogo lo dice con toda claridad. Fue publicado en 1870, el mismo año en el que los cartones para tapices ingresaron en el Museo del Prado. El cartón del “Cazador cargando su escopeta” ingresó al Museo del Prado como una obra de Ramón Bayeu. Después de la intervención que se realizó en 1933, con motivo del depósito del cuadro para el Ministerio de Educación, se rectificó la autoría gracias al descubrimiento de las facturas de Goya y de los recibos de las obras por la Real Fábrica de Tapices por Valentín de Sambricio en 1946. Ese estudio de Valentín de Sambricio es un minucioso estudio sobre todos los cartones de Goya, sobre sus bocetos al óleo, incluso sobre los dibujos preparatorios que se conocían en ese momento, incluso de todos los tapices que se ha tejido de cada uno de los cartones. Finalmente el cuadro regresó al Museo del Prado en 1989 como obra de Goya, por supuesto, junto con “El pescador de caña”. Gracias a la restauración reciente, la obra ha recuperado también su integridad física, se han separado los dos lienzos y se ha colocado el perro en su sitio. No se ha perdido ni un centímetro de este cuadro y se ve completamente integrado.
Biografía
Como periodista fue redactor de La Revista Ibérica y dirigió La Razón (1860-1861), el boletín mensual El Arte en España (1862-1870) y El Averiguador (1867). Usó el cervantino pseudónimo "El difunto pintor Orbaneja". Denunció la ruina de la catedral de León y promovió su restauración; conocido por su gran trabajo historiográfico, siguió los pasos de Ceán Bermúdez y con la metodología del positivismo documentó a fondo sus trabajos y cargó de datos sus juicios para conseguir el más alto rigor. Después de Antonio Palomino, fue el primer estudioso de Diego Velázquez, en especial su relación con Rubens. Acompañó a Berlín a su gran amigo el poeta y dramaturgo Eulogio Florentino Sanz, nombrado secretario de la legación española, aunque volvió enseguida.
Mención aparte merecen sus trabajos sobre Francisco de Goya, de quien descubrió en 1870 los cartones para tapices en el sótano del Palacio Real de Madrid; logró que pasaran a engrosar la colección del Museo del Prado. Amante de la cultura y muy amigo de la juventud de entonces, sostuvo, según José Francos Rodríguez y Francisco Blanco García, una modesta tertulia en su casa de la Calle Lope de Vega a la que acudían entre otros numerosos escritores y artistas, sobre todo granadinos, entonces poco conocidos: Pedro Antonio de Alarcón, Gaspar Núñez de Arce, Ventura Ruiz Aguilera, Manuel del Palacio, José Castro y Serrano, Luis de Eguílaz, el poeta Antonio Trueba, Serra, el libretista de zarzuelas José Picón, el novelista Manuel Fernández y González, el dramaturgo Adelardo López de Ayala, Rafael García Santisteban, Antonio Arnao, Eulogio Florentino Sanz, el pintor Germán Hernández y Manuel de Llano y Persi.
Fundó y promovió diversos estudios sobre el arte en España, destacando en especial el citado boletín mensual El Arte en España, que dirigió entre 1862 y 1870. Como crítico de arte varias veces apoyó la carrera de pintores como Antonio Gisbert. Conspicuo liberal, Cruzada ejerció varias veces puestos públicos de importancia y relacionados con el patrimonio artístico, como jefe de la Comisión de Inventarios, y las direcciones generales de Estadística y de Correos y Telégrafos; en este último cargo estuvo un sexenio (1875-1881) y le cupo restaurar la red destrozada por la última guerra carlista y elaborar unos Anales de las Ordenanzas de Correos de España (1879) en varios volúmenes. Fue miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; perteneció también a la Sociedad de Bibliófilos Españoles y colaboró con Francisco Asenjo Barbieri en exhumar códices de música antigua española, de los cuales descubrió algunos, en especial el Cancionero de Palacio o de Barbieri, que halló en la Biblioteca del Palacio Real en 1870 y fue impreso en 1890. . Fue uno de los historiadores que mejor profundizó en las colecciones del Prado. En la obra de Goya, fue el primer historiador que revisó sus cartones y los catalogó cuidadosamente, rescatando varios documentos de archivo para lograr un buen estudio. Poco después decidió emprender otro proyecto colosal: publicar un libro sobre la vida y obra de Diego Velázquez. Para ello tuvo que estudiar a fondo la colección de Rubens, de lo que derivó su libro Rubens, diplomático español, primera obra seria sobre el pintor. Editó además dos obras clásicas para la historia de la pintura del Siglo de Oro, el Arte de la Pintura de Francisco Pacheco y los Diálogos de la pintura, su defensa, origen, essentia, definición, modos y differencias de Vicente Carducho.
A finales de 1862 se le comisionó como subdirector del Museo Nacional de Pintura y Escultura, más conocido por el nombre de Museo de la Trinidad, cargo que retuvo hasta 1864 y al año siguiente fue nombrado director, cargo en que estuvo hasta 1870. Actualizó y revisó el catálogo sumario de pinturas realizado en 1854, inspeccionando todas las colecciones presentes en el Museo hasta conseguir una publicación digna en 1865, el Catálogo provisional, historial y razonado del Museo Nacional de Pinturas. Entre 1871 y 1876 fue elegido diputado por la provincia de Alicante.
Obra
- Anales de la vida y de las obras de Diego de Silva Velázquez. Escritos con ayuda de nuevos documentos, Madrid: Lib. de Miguel Guijarro, 1885.
- Rubens, diplomático español (Madrid, 1874).
- Catálogo provisional, historial y razonado del Museo Nacional de Pinturas, Madrid, Manuel Galiano, 1865.[1]
- Los tapices de Goya, Madrid, 1870.
- Rubens, diplomático español, Madrid, 1883.[2]
- Edición de Arte de la Pintura de Francisco Pacheco
- Edición de los Diálogos de la pintura, su defensa, origen, essentia, definición, modos y differencias de Vicente Carducho.
Referencias
- ↑ Villaamil, Gregorio Cruzada; Pinturas (Madrid), Museo Nacional de (1865). Catálogo provisional historial y razonado del Museo Nacional de pinturas.... Imp. de Manuel Galiano. Consultado el 8 de abril de 2024.
- ↑ «Gregorio Cruzada Vilaamil, Rubens diplomático español | Revista Europea, 1 marzo 1874». www.filosofia.org. Consultado el 8 de abril de 2024.
Bibliografía
- GAYA NUÑO, Juan Antonio, «El Museo Nacional de la Trinidad. Historia y catálogo de una pinacoteca desaparecida», Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, IV, Madrid, 1947, pp. 19-78.
- —, Historia de la crítica de arte en España, Madrid, Ibérico Europea de Ediciones, 1975.
- LÓPEZ-YARTO, Amelia, y Mateo Gómez, Isabel, «Gestación del catálogo del Museo Nacional de Pintura en el siglo XIX», Actas de las jornadas Historiografía del arte español en los siglos XIX y XX, Madrid, Alpuerto, 1995, pp. 273-282.
- PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso E., «Introducción», Museo del Prado. Inventario general de pinturas II. El Museo de la Trinidad, Madrid, Museo del Prado, Espasa Calpe, 1991.
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Datos: Q2889544
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Esta página se editó por última vez el 8 abr 2024 a las 09:45.