Función sintáctica

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Buenas a todos, este vídeo servirá para ilustrar y ampliar el trabajo previo de la profesora Begoña Roldán sobre los aspectos básicos de la sintaxis. Esta introducción es válida para los alumnos que se estén preparando para el graduado en ESO para adultos, la prueba de acceso a grado medio y superior, y el acceso a la universidad para mayores de 25 años, puesto que esta parte del temario queda reflejada en todas las pruebas citadas. En esta presentación se hablará del sujeto y el predicado, los sintagmas y las funciones sintácticas. Normalmente una oración suele estar formada por dos partes: el sujeto y el predicado. El sujeto suele ser un sintagma nominal, es decir, que la parte más importante es un nombre o un pronombre como "nosotros" o "tú". El sujeto puede ser aquel que lleve a cabo la acción, esto es, un sujeto activo, como ejemplo la frase: "María compra patatas." "María" es la persona que lleva a cabo la acción. Pero el sujeto también puede ser pasivo, aquel que recibe la acción y como ejemplo: "El gato fue salvado por los bomberos". Obviamente, el "gato" no hace nada, simplemente espera a que lo salven. Por otro lado, está el predicado. La parte más importante es el verbo y dependiendo de la naturaleza de este, el predicado podrá ser nominal o verbal. Los predicados nominales se dan cuando se trabaja con un verbo copulativo: "ser", "estar", "parecer" o "resultar", entre otros, y además están relacionados con el sujeto porque explican algo sobre este. El resto de verbos formarán predicados verbales. Otro factor a tener en cuenta es que casi siempre existirá una relación de concordancia entre el sujeto y el verbo. Aquí podéis ver algunas oraciones, algunas de ellas muy especiales: la segunda oración trabaja con un verbo de emoción. "Me gustan mucho las personas." Si no se para atención, podría parecer que el sujeto es "yo"; sin embargo, si os fijáis en el verbo, este está en plural. Si buscamos otro elemento en plural dentro de la oración, encontramos "las personas". Es fácil encontrar oraciones con el sujeto ubicado en distintos sitios; si no lo acabáis de ver claro, podéis hacer la prueba: poned "las personas" en singular: "una persona", e inmediatamente también cambia el verbo: "Me gusta mucho una persona." En la tercera oración nos encontramos con un caso de sujeto elíptico; el sujeto existe pero como el verbo ya da la información de persona, no es necesario añadirlo. En la cuarta oración podéis observar un tipo de oración que no tiene sujeto; en este caso porque se habla de cuestiones meteorológicas y nadie provoca la acción. Así pues y como recordatorio, el verbo suele concordar con el sujeto. El sujeto puede aparecer de manera expresa en la oración, ser elíptico pero encontrarlo mediante el verbo o no tener sujeto porque la acción no lo requiere. Una oración está formada por una serie de palabras; estas palabras se relacionan y forman pequeños grupos: los sintagmas. Para saber a qué tipo correspondan, es necesario ver cuál es el núcleo, la palabra más importante. El núcleo, además, otorgará la etiqueta al sintagma. Si se trata de un nombre, será un sintagma nominal; si se trata de un verbo, un sintagma verbal y así sucesivamente. Veamos algunos ejemplos: Aquí aparecen los cinco tipos de sintagma que se pueden crear: el caso más especial es el sintagma preposicional. Una preposición no es una palabra muy importante, no tiene una gran carga de significado pero cuando se enlaza a otro sintagma (normalmente a uno nominal), tiene la capacidad de transformarlo. Si nos fijamos en la oración: "María es de Badajoz." el "de" está marcando la procedencia; "Badajoz" adquiere más sentido en la oración porque sabemos que nos habla del nacimiento de "María". Originalmente era un sintagma nominal porque "Badajoz" es un nombre, pero se le ha enlazado una preposición y pasa a ser un sintagma preposicional. Un sintagma puede estar formado por una sola palabra o por un grupo. Las palabras que acompañan al núcleo se les suele llamar "modificadores" o "elementos adyacentes". De igual forma, dentro de un sintagma grande, pueden incluirse más. Veamos algunos ejemplos: En el segundo caso: "muy hermoso", la palabra más importante es "hermoso", es un adjetivo y, por tanto, es un sintagma adjetival. No obstante, quiero darle más importancia a "hermoso", quiero especificar que lo es mucho y se añade "muy" que es un adverbio y ayuda al adjetivo a que sea más relevante. A partir de aquí empezaremos a ver las funciones sintácticas propiamente dichas; empezamos por las sencillas: las que no complementan a un verbo. La primera de ellas es el complemento del nombre. La nomenclatura es bastante obvia: serán complementos que estarán vinculados a un nombre y que nos darán información extra sobre ellos. La aposición es prácticamente igual que el complemento del nombre pero con pequeñas diferencias. A nivel visual es fácil de reconocer porque o bien suele ir entre comas, o bien es un nombre propio. Al igual que el caso anterior, complementa a un nombre pero es una información poco relevante, es decir, si se elimina, la oración no pierde sentido. El complemento adjetival funciona de manera muy parecida a los casos anteriores; la diferencia reside que en vez de ampliar información sobre un nombre, se hace sobre un adjetivo. Si ponemos más contexto en el segundo ejemplo: "Pedro es malo de verdad." tenemos el adjetivo "malo", pero queremos resaltar que ese chico es terrible, así que se le añade a "malo" más información: "de verdad", estamos recalcando esa cualidad; así que tenemos un sintagma que complementa y magnífica "malo". Como "malo" es un adjetivo, "de verdad" cumple la función de complemento adjetival. En el complemento adverbial ocurre lo mismo; como queremos especificar un poco más sobre el adverbio "cerca", le añadimos un complemento. Como "cerca" es un adverbio de lugar, "del cielo" es un complemento adverbial. Este apartado trata de los complementos que se vinculan a un verbo. Si visualizáis las nomenclaturas, seguro que os suenan más. Vamos a empezar con el complemento directo. Ese tipo de complemento explica la acción directa que se deriva de un verbo. Normalmente, será un sintagma nominal; sin embargo, si la acción recae sobre una persona, puede ser un sintagma preposicional introducido por la preposición "a". Como podéis ver, hay distintos trucos para saber si se trata del complemento directo. Es recomendable no utilizar las típicas preguntas de qué, quién, etc. porque pueden llevar al error. De todas formas, el mejor sistema es tirar de lógica; verbos como "comprar", "pintar", "regalar"... suelen llevar un complemento directo: "compro manzanas" "pinto un cuadro", "regaló unos pendientes"... En definitiva, es bueno observar la oración desde una perspectiva simple de sentido. Si el complemento directo era la acción inmediata, el indirecto sería el que recibe la acción inmediata. El destinatario suele ser una persona, por lo que nos encontraremos un sintagma preposicional con la preposición "a", o bien, un pronombre personal. El complemento de régimen o régimen verbal. Este tipo de complementos aparecen cuando el verbo necesita una preposición para ampliar la oración. Verbos como "acordarse de", "depender de", "atreverse a", "insistir en"... suelen llevar este tipo de función. Y otro truco también puede ser eliminar la preposición; si la oración carece de sentido, es muy probable que nos hallamos ante un régimen verbal. El atributo es muy fácil de identificar. Trabaja con verbos copulativos; además, hay una relación muy estrecha con el sujeto, ya que suele dar información sobre este de tipo íntimo, da cualidades, indica procedencia, profesión... El complemento predicativo o PVO se considera el primo- hermano del atributo. En esencia es el mismo complemento, con la diferencia que trabaja sin verbos copulativos. Observemos el primer ejemplo: "Juan llegó cansado." ¿Se parece a "Juan está cansado."? Sí, porque está dando una información íntima sobre el estado físico de Juan; la diferencia reside en que "llegar" no es un verbo copulativo, y por tanto, "cansado" no puede ser un atributo. Así pues, se le busca un nombre alternativo: complemento predicativo. El complemento circunstancial se encarga de añadir información detallada, pero prescindible, a la oración: cuándo ocurrió, dónde, de qué manera pasó... es el tipo de información que suele aportar este tipo de complemento. Veamos los tipos que existen: Los tres primeros tipo son los más comunes: Cuándo, dónde y cómo es la información que suele llamarnos más la atención. Para el resto de tipos, es bueno fijarse en las preposiciones, ya que suelen usar la misma. Las oraciones pasivas tiene una estructura un poco peculiar. Recordemos que la pasiva se construye mediante un sujeto paciente, es decir, que, en realidad, no realiza o no es autor de la acción; un verbo en pasiva (el verbo ser conjugado más el participio del verbo principal) y un complemento agente que puede estar o no presente en la frase. El complemento agente siempre será un sintagma preposicional introducido por la preposición "por". Como pista añadida, si se pasa la oración a voz activa, el complemento agente pasará a ser el sujeto real y gramatical de la oración. Recordemos la frase anterior: "El gato fue salvado por los bomberos." "por los bomberos" es el complemento agente y si transformamos la oración: "Los bomberos salvaron el gato." "Los bomberos" pasa a ser el sujeto. Esta es una buena prueba para reafirmar nuestra función sintáctica. No obstante, el complemento agente no siempre estará presente en las oraciones pasivas porque, en estas oraciones, lo importante es la víctima, no los héroes. Deseo que este vídeo sea útil para empezar a preparar las bases sintácticas para vuestro examen. ¡Mucha suerte! Y no dejéis de practicar.