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De Wikipedia, la enciclopedia libre

Californio ← EinstenioFermio
   
 
99
Es
 
               
               
                                   
                                   
                                                               
                                                               
Tabla completaTabla ampliada
Información general
Nombre, símbolo, número Einstenio, Es, 99
Serie química Actínidos
Grupo, período, bloque -, 7, f
Masa atómica 252 u
Configuración electrónica [Rn] 5f11 7s2
Electrones por nivel 2, 8, 18, 32, 29, 8, 2 (imagen)
Apariencia Plateado. Emite un brillo azul en la oscuridad.
Propiedades atómicas
Electronegatividad 1,3 (escala de Pauling)
Estado(s) de oxidación 2, 3, 4
1.ª energía de ionización 619 kJ/mol
Líneas espectrales
Propiedades físicas
Estado ordinario Sólido
Densidad 8840 kg/m3
Punto de fusión 1133 K (860 °C)
Varios
Estructura cristalina Desconocida
Isótopos más estables
Artículo principal: Isótopos del einstenio
iso AN Periodo MD Ed PD
MeV
252EsSintético471.7 dα
ε
β
6.760
1.260
0.480
248Bk
252Cf
252Fm
253EsSintético20,47 dFE
α
_
6,739
_
249Bk
254EsSintético275,7 dε
β-
α
0,654
1,090
6,628
254Cf
254Fm
250Bk
255EsSintético39,8 dβ-
α
FE
0,288
6,436
_
255Fm
251Bk
_
Valores en el SI y condiciones normales de presión y temperatura, salvo que se indique lo contrario.

El einstenio es un elemento sintético de la tabla periódica cuyo símbolo es Es y su número atómico es 99. Fue llamado así en honor de Albert Einstein, aunque se descubrió en diciembre de 1952 en los restos de la primera explosión termonuclear en el Pacífico, realizada un mes antes, por el equipo de investigadores formado por G. R. Choppin, A. Ghiorso, B. G. Harvey y S. G. Thompson.[1][2][3]

Como muchos elementos de este mismo grupo, no se encuentra en la naturaleza, debido a que su tiempo de vida es corto por lo que se obtiene artificialmente.

El proceso de obtención es a través de una transmutación nuclear de elementos más ligeros. La transmutación consiste en convertir núcleos estables en otros núcleos al ser bombardeados por partículas a alta velocidad. El primer experimento de ese tipo fue realizado por Ernest Rutherford (físico y químico neozelandés). Consistió en mandar partículas alfa sobre una fina lámina de oro y observar cómo esta afectaba a la trayectoria de los rayos.

El 254Es puede sintetizarse por bombardeo de Am, Pu o Cm con neutrones.

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  • 30-05-2014. Marie Curie, la polaca universal
  • Distribuição eletrônica

Transcription

Esta imagen reúne a un nutrido grupo de ilustres científicos, desde Albert Einstein hasta Langevin, pasando por Schroedinger, Lorentz o Heisenberg. Una instantánea que recoge un momento histórico y entre todos estos hombres, una mujer, la primera, la única que en su tiempo apareció, se consolidó y consiguió trabajar y triunfar entre las mentes más brillantes de su generación. Es la gran Marie Sklodowska-Curie. Marie destacó enormemente gracias a sus trabajos en física y química, pero además lo hizo en una época donde era extraño ver a una mujer en un mundo dominado por hombres. A nuestros días han llegado fotografías de Marie dedicada a su trabajo, concentrada en algo que le llevaría a figurar entre los nombres que han hecho historia. Junto a su marido, Pierre Curie, el matrimonio de científicos realizó descubrimientos encaminados a mejorar la humanidad. Desde el año 2011 se está homenajeando en el contexto internacional a la Química, y cómo no, a uno de sus mayores exponentes, Marie Curie. Varias son las iniciativas desarrolladas que continúan en el presente, como la exposición: "Marie Sklodowska-Curie, una polaca en París" en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Junto a la gran variedad temática que presenta el museo, repleto de actividades para quienes están descubriendo el mundo, revelamos un relato gráfico de la vida de Marie, desde su infancia a su trabajo, su matrimonio con Pierre o sus visitas a España. Una colección que se completa con conferencias repartidas hasta junio de este año, con presencia de los portadores del apellido que revolucionó la física y la química. La exposición quiere conmemorar la creación centenaria de los primeros institutos europeos dedicados a las aplicaciones de la radiactividad, los cuales deben a Marie y a Pierre Curie el desarrollo inicial de su actividad. Marie Curie, una figura para entender la historia de la ciencia en todas sus facetas. Es una persona enormemente solidaria, generosa, con un gran compromiso social y muy tenaz. Y ella misma se define magníficamente en una frase de sus notas autobiográficas, que inician el panel de esta exposición, que ella decía que "no podemos confiar en construir un mundo mejor sin mejorar los individuos, y que nuestro deber particular es el de ayudar a aquellos a quienes podemos ser útiles". Esta era Marie Curie. Marie Curie es un poco el fruto de su educación, el fruto de su país, de Polonia, una mujer profundamente solidaria, profundamente trabajadora, una mujer que cultivó siempre una cultura general de alto espectro, por eso es tan buena escritora, y una mujer que en todo momento, cuando fue necesario, se implicó en su lucha personal para ayudar a los demás. Para entender la figura de Marie Sklodowska hay que remontarse a su infancia en la Polonia ocupada por el Imperio Ruso de finales del siglo XIX. Hija de un médico, pronto destacó por sus dotes estudiantiles, su esfuerzo y sacrificio. En primer lugar recibió una educación que no fue en absoluto discriminatoria. A su padre le pareció lo más natural que quisiera ir a estudiar a otro país una carrera superior. Cuando llegó a Francia se encontró en un país libre en el que realmente podía estudiar. Es verdad que tuvo una serie de dificultades por el hecho de ser mujer, es verdad que no la admitieron en la Academia la primera vez que lo intentó, y lo merecía sin duda alguna. Pero a pesar de todo era una figura tan valiosa y ella misma se consideraba no una mujer sino una científica, que con su seguridad y su manera de trabajar tan seria, de alguna manera supo hacerse un hueco en un mundo que realmente era de los hombres. Después, en 1891, se traslada a París. Allí empieza su vida académica, donde ingresa en la Universidad de la Sorbona, rompiendo las barreras que suponía el ser mujer en la época. Allí, en París, realiza su primer descubrimiento, Marie conoce a Pierre Curie, y viceversa, Pierre descubre a Marie. Según su nieta, su mayor descubrimiento, aparte de los dos elementos químicos, fue descubrir a Pierre Curie, porque fue el que alentó toda su trayectoria científica, pero realmente Marie, también diría que su gran descubrimiento fue Pierre Curie, y Pierre Curie que su gran descubrimiento fue Marie Curie. El descubrimiento de uno hacia otro fue lo que hizo de los dos ese matrimonio que llegaría a las más altas cumbres de la ciencia, pero fue una unión científica y personal muy fuerte. Luego, la humanidad, hemos recibido esos frutos, pero el descubrimiento uno del otro es lo que siempre destaca su familia. Pierre Curie era un gran científico cuando conoció a Marie. Marie era solo una estudiante que acababa de terminar su licenciatura y buscaba un laboratorio en el que poder hacer sus primeros trabajos. Pierre en seguida comprendió que era una mujer con la que podría compartir su vida. Él era un hombre profundamente soñador, de hecho él decía que hay que hacer de la vida un sueño y del sueño una realidad. El matrimonio de Marie Sklodowska con Pierre Curie ha reportado grandes nombres al estudio y desarrollo de la ciencia. Ya el padre y el abuelo de Pierre eran médicos en el siglo XIX. Pierre tenía un hermano, Jacques, también físico, y de su unión con Marie nacieron Irène Joliot-Curie y Ève Curie, casadas con Frédéric Joliot-Curie y Henry Labouisse. Irène tuvo dos hijos; Hélène Langevin-Joliot y Pierre Joliot-Curie. Una familia de investigadores que cuenta con seis premios Nobel: Marie dos, de Física y de Química, este último compartido con Pierre. Irène y Frédéric compartieron el de Química en 1935, y por último, el diplomático Henry Labouisse, casado con Ève Curie, recibió el Nobel de la Paz en 1965, otorgado a Unicef, organización que dirigió. Hoy son Pierre Joliot-Curie y Hélène Langevin-Joliot, quienes dan testimonio de una herencia científica repleta de éxitos profesionales, a los que están sumando los suyos propios. Además de lo estrictamente científico, que es valiosísimo, y de los paneles explicativos de su obra, yo desde luego destacaría la aportación generosísima de los nietos de Marie Curie, de su nieta Hélène Langevin y Pierre Joliot-Curie, grandes científicos también, que han aportado no solamente datos y documentos para que lleváramos a cabo el desarrollo de la vida de su abuela en estos paneles, sino también objetos personales muy entrañables para la familia, como es un traje popular de Cracovia, que la hermana de Marie, la que ella adoraba y fue el puntal de su vida, Bronia, regaló a los nietos de Marie cuando eran unos niños de pocos años para que tuvieran siempre esa conexión con Polonia, que Marie mantuvo a lo largo de toda su vida, y han cedido, ya con 80 y pico años, su traje regional de Cracovia con las fotos que lo acompañan de él con 5 años, y que luego han seguido utilizando generaciones de su familia en acontecimientos familiares. En la exposición, comisionada por Belén Yuste y Sonnia Rivas-Caballero, verdaderas conocedoras de la figura de Madame Curie, están presentes varios objetos originales, 14 en total. Unos propiedad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, otros provenientes del desaparecido Laboratorio de Radiactividad de Madrid, y otra parte, del Instituto Rockefeller. Los presentes en la exposición, y provenientes del antiguo Instituto de Radiactividad, están custodiados por el Museo Nacional de Ciencias Naturales, hogar temporal de la historia de Marie Curie. De los 14, hay dos que son prototipos de Curie, prototipos quiere decir que él los pensó, los ideó, los dibujó, y después, en la Sociedad Central de Productos Químicos, que fue una empresa que él había creado, una empresa pequeña, ahí se construyeron, y nosotros tenemos dos de esos prototipos, uno que es un electroscopio de Curie, que permite hacer la medida de la radiactividad, y otro que es el cuarzo piezoeléctrico, todos los cuarzos son piezoeléctricos, hay que decir, pero esto es un montaje que permite, gracias al efecto piezoeléctrico, que es la aparición de una corriente eléctrica a partir de un esfuerzo, de una tracción, crear una pequeñísima corriente eléctrica. Esto era muy importante, porque en aquellas fechas eso se utilizó para lo que llamaban el método de la compensación, para hacer una medida muy, muy rigurosa de la radiactividad de las muestras. Marie Curie, sin duda, pasó a la historia por el descubrimiento de dos elementos; el Radio, llamado así por desprender gran cantidad de radiación, y el Polonio, en honor a su patria. Si en algo se caracterizó el matrimonio Curie, más allá de sus trabajos, fue por su carácter solidario, comenzando por no patentar los dos nuevos elementos porque, como ellos mismos aseguraron, no pertenecen a nadie en concreto, sino a la humanidad. A lo largo del siglo XX se ha ido completando la Tabla Periódica de los Elementos. Dos huecos especialmente importantes para la medicina posterior: el Radio y el Polonio, llegaron gracias a los trabajos del matrimonio Curie. Años más tarde se decidió homenajear a la pareja caracterizando etimológicamente a un nuevo elemento, el Curio. Así ocurrió con ilustres científicos como, Albert Einstein y el Einstenio, Alfred Nobel y el Nobelio, el Bohrio por Bhor, el Rutherfordio por el profesor Ernest Rutherford, o el Mandelevio por Dimitri Mendeléiev, el primero en ofrecer la organización elemental, por citar algunos. También existen aquellos elementos etiquetados geográficamente. Como el propio Polonio, el Californio, el Berkelio por la Universidad de Berkely, o uno de los más evidentes, el Francio. Y así, uno a uno, se ha ido organizando la clasificación de los elementos que constituyen la vida. El descubrimiento enorme, era que ella lo que pretendía con su trabajo de tesis, era tratar de entender lo que eran esas radiaciones que tenían efectos eléctricos, cómo y por qué, era eso, pero la maravilla, no digo la suerte, porque en investigación hay suerte, pero hay suerte cuando se trabaja mucho y ella trabajaba mucho, y efectivamente se encontró con la gran sorpresa de que dentro de las muestras de Uranio había algo, que tenía una emisión tan fuerte que no era solamente Uranio y así es como descubrió que había otros elementos que acompañaban al Uranio, y descubrió dos. De esto estoy hablando del año 1898, es decir, tres años después del descubrimiento por Becquerel de la radiactividad. Los grandes éxitos profesionales que acompañaron a Madame Curie durante su trayectoria, la situaron entre las mentes más brillantes de su época. Es representativa esta imagen donde, de nuevo, Marie es la única mujer entre grandes nombres. Esta vez, reunidos en una conferencia científica. Marie, mientras se toma la foto, continúa concentrada, y por lo que sospechamos, seguro que en algo importante. La solidaridad y generosidad de Marie no cesaron tras el descubrimiento del Radio y el Polonio, y no patentarlos. Tras el fallecimiento de Pierre, atropellado por un coche de caballos, continuó trabajando entre instrumentos de laboratorio y materiales radiactivos hasta que estalló la Primera Guerra Mundial, donde también tuvo una especial participación. Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, Marie pudo hacer lo que hacía tanta gente en aquel momento, huir de París buscando su seguridad, pero en vez de eso decidió que tenía que ayudar como tantas otras veces. Pidió coches a todos sus amigos, consiguió todos los aparatos de radiología que había, y ella misma montó lo que se llamaron "petit Curie", que eran unos coches en los que el aparato de radiología conectado con la dinamo del coche, podían hacer radiografías en el frente. Comenzó con un coche, llegó hasta 20 coches, y hasta 200 puestos fijos por todo el frente francés, belga e italiano. Fue realmente una labor importantísima en la que también implicó a su hija, a más de 150 mujeres, que fueron las primeras radiólogos, y los americanos, cuando terminó la guerra, hicieron una serie de cursos, para llevarse esta nueva técnica que había instaurado Marie, a Estados Unidos. Los últimos años de la vida de Marie los ocupó haciendo lo que había hecho hasta ahora: Ayudar a la humanidad. En este caso, Madame Curie impulsó varios centros para estudiar la radiactividad, y con ello, el tratamiento contra el cáncer. En la exposición se destaca su implicación en la fundación del Instituto del Radio de París, ya centenario y dedicado desde su estreno al tratamiento médico del cáncer. Y el de Varsovia, creado por iniciativa suya en 1932, y actualmente denominado Instituto de Oncología María Sklodowska-Curie, el centro más especializado del tratamiento contra el cáncer en Polonia. Donde también dejó huella es en España, donde durante tres visitas se reunió con ilustres personajes de la época, para dotar al país de un verdadero centro de investigación sobre el Radio. Ella vino en tres ocasiones a España, la primera en 1919, y vino por su destacadísimo papel en la radiología, porque ella durante la guerra del 14, fue pionera en la utilización de los aparatos de rayos X para localizar los proyectiles en los heridos, y por esta labor en la incipiente radiología fue invitada al Congreso Internacional de Medicina que se celebraba en Madrid. Fue un viaje muy importante, el rey Alfonso XIII la recibió y la condecoró y trató a eminentes españoles, entre los científicos destacados, Gregorio Marañón, que hace una magnífica crónica de sus conferencias en el periódico El Liberal, que se recoge en el panel dedicado a España en la exposición. Ella impulsó institutos que se dedicasen ex profeso al estudio del Radio, y nosotros, en Madrid, en la Universidad Central, que era la única universidad que había en Madrid antes, allí se creó un laboratorio gracias a los auspicios de un profesor, un catedrático de Química, antes se decía de Mecánica Química, que se llamaba Muñoz del Castillo, y este laboratorio se creó en 1903. Ese laboratorio se convirtió en instituto en 1910, y tuvo la particularidad de que lo primero que hizo fue establecer el mapa de la radiactividad en España. En aquella época se pensaba que la radiactividad tenía efectos curativos, lo que se sigue pensando ahora, lo que no se sabía entonces era que había que hacerlo con ciertas condiciones. La documentación gráfica que ha llegado a nuestros días nos presenta a una incansable Marie trabajando en su laboratorio con rudimentarios instrumentos, ya sin Pierre. En aquellos años se desconocía los efectos altamente nocivos que se producían al trabajar con elementos radiactivos sin la protección adecuada. Tal es así, que la propia Marie, siempre expuesta, pasó los últimos años de su vida luchando contra los efectos del Radio. Las manos prácticamente quemadas y un cansancio continuo le acompañaron hasta su muerte en 1934 a causa de una anemia aplásica, probablemente debida a las radiaciones a las que estuvo expuesta en sus trabajos. Para el recuerdo nos queda, además de su incansable labor de laboratorio, una persona con una gran faceta social ligada al desarrollo y conclusiones de sus estudios. Es un compromiso que desarrolló desde muy pequeña en Polonia, porque ella nació en una Polonia invadida por Rusia, y desde muy jovencita se implicó en un movimiento patriótico de lucha en la clandestinidad por mantener vivas las raíces polacas, la idiosincrasia de su país, su lengua, su historia, y ayudar a las personas más desfavorecidas a estudiar y aprender en polaco. Luego, ese compromiso social, se mantiene en el pacto con su hermana mayor, no tienen posibilidades económicas para estudiar en la universidad extranjera, y hace un pacto con su hermana en el que ella se colocará de institutriz para costear la carrera de su hermana. Cuando su hermana alcanza la licenciatura de Medicina en París, la llamará a ella y es cuándo llegará a París. Y a lo largo de su vida, cuando le dan los premios Nobel, los montantes económicos de los dos premios Nobel, los reparte con la gente de su familia, con su hermana, que está haciendo un hospital para tuberculosos en los Cárpatos, es decir, reparte, siempre que ha tenido un tema económico importante como el de los Nobel, lo repartirá siempre. La exposición abierta "María Sklodowska-Curie: una polaca en París", realiza un minucioso recorrido por su vida y trabajo, quizá equiparable a la emoción que despiertan las actividades programadas en el Museo Curie, en París. Allí, se han rescatado fragmentos audiovisuales que, proyectados sobre el laboratorio original, crean una atmósfera que viaja en el tiempo un siglo atrás, cuando trabajaba una mujer eterna que serviría de ejemplo a todas las generaciones posteriores, hombres o mujeres, que en algún momento de su vida decidieron dedicarse a la ciencia en cuerpo y alma. Yo diría, para empezar, que es un sueño. De pequeñas, algunas, cuando estábamos en clase de Química, y nos explicaban el sistema periódico, las desintegraciones, nos hablaban de Marie Curie. Y yo creo que, no sé si es que nos lo contaban muy bien, pero nos encandilaba mucho aquello de que fuera una señora, y no sé, era una cosa como muy así... yo creo que es un referente, claramente, y luego ya cuando una es mayor y ves su vida, y ves que está en el Panteón de los hombres ilustres de París, eso ya es el colmo, que ha llegado hasta ahí. Yo creo que es un referente importantísimo, y que infunde mucha ilusión y mucha pasión cuando a uno le gusta la Química. Se lo agradecemos mucho a Marie Curie. Tras su muerte, en 1934, fue enterrada junto a su marido en el cementerio de Sceaux, a pocos kilómetros al sur de París. Y no fue hasta 60 años después, en 1995, cuando se reconoció en Francia la universal figura del matrimonio Curie. Los restos de la pareja de científicos fueron trasladados al Panteón de París, en una solemne ceremonia que volvió a colocar en Marie la palabra pionera. Después de ser la primera mujer francesa en ser doctora en ciencias, la primera en ser profesora de la Sorbona y la primera en recibir un premio Nobel, ahora, es la primera mujer en descansar, eternamente y por méritos propios, en el lugar destinado a los grandes nombres de la historia de Francia, en este caso, historia universal.

Método de obtención

Su método de obtención consiste en irradiar aproximadamente 1 kg de Pu-239 en un reactor para generar Pu-242. Este Pu-242 se introduce en bolas de óxido de plutonio y aluminio en polvo. Posteriormente estas bolas se introducen en varillas y se irradian. Finalmente, se introducen las varillas en un reactor isotópico de alto flujo. Tras todo esto se separa el einstenio del californio.

Características físicas

Brillo debido a la intensa radiación de ~ 300 µg de 253Es.[4]

El Einstenio es un metal sintético, plateado y radiactivo. En la Tabla periódica, se encuentra a la derecha del actínido Californio, a la izquierda del actínido Fermio y debajo del lantánido Holmio, con el que comparte muchas similitudes en propiedades físicas y químicas. Su densidad de 8.84 g/cm 3 es menor que la del californio (15.1 g/cm3) y es casi la misma que la del de Holmio (8.79 g/cm3), a pesar de que el einsteino atómico es mucho más pesado que el holmio. El punto de fusión del einsteinio (860 °C) también es relativamente bajo, por debajo del del californio (900 °C), fermio (1527 °C) y holmio (1461 °C).[5]​ El einstenio es un metal blando, con un Módulo de compresibilidad de solo 15 GPa, uno de los valores más bajos entre los metales no alcalinos.[6]

Contrariamente a los actínidos más ligeros Californio, Berkelio, Curio y Americio, que cristalizan en una doble estructura hexagonal en condiciones ambientales, el Einsteinio se cree que tiene una simetría de cristal cúbico centrado en la cara ( fcc ) con el grupo espacial fm 3 M y la red constante "'A= 575 PM. Sin embargo, hay un informe de metal hexagonal einsteinium de temperatura ambiente con A = 398 pm y c = 650 pm, que se convirtió en la fase FCC al calentar a 300 °C.[7]

La autodegradación inducida por la radioactividad del einstenio es tan fuerte que destruye rápidamente la estructura de cristal,[8]​ y la liberación de energía durante este proceso, 1000 vatios por gramo de 253Es, induce un brillo visible.[9]​ Estos procesos pueden contribuir a la densidad relativamente baja y el punto de fusión del Einsteinio.[10]​ Además, debido al tamaño pequeño de las muestras disponibles, el punto de fusión del einsteinium a menudo se dedujo observando la muestra que se calienta dentro de un microscopio electrónico.[11]​ Por lo tanto, los efectos de la superficie en muestras pequeñas podrían reducir el valor del punto de fusión.

Este metal es trivalente y tiene una volatilidad notablemente alta.[12]​ Para reducir el daño de autoadiación, la mayoría de las medidas de einstenio sólido y sus compuestos se realizan justo después del recreo térmico.[13]​ Además, algunos compuestos se estudian bajo la atmósfera del gas reductante, por ejemplo, H2 o+ HCl para ESOCL de modo que la muestra se vuelva en parte durante su descomposición.[14]

Además de la autodestrucción de Einsteinium sólido y sus compuestos, otras dificultades intrínsecas a la hora de estudiar este elemento incluyen su escasez: el isótopo más común 253 está disponible solo una o dos veces al año en cantidades por debajo de los miligramos, y hay autocontaminación debido a la rápida conversión de Einsteinium a berkelio y luego a californio a una tasa de aproximadamente 3.3% por día:[15][16][17]

Aplicaciones

El isótopo 253Es se emplea para producir el elemento mendelevio. Actualmente, no hay aplicaciones prácticas que no sean las de la investigación científica básica, debido a las pequeñas cantidades de Einstenio que se producen y la corta vida media de su isótopo. En particular, el einstenio fue utilizado para sintetizar, por primera vez, 17 átomos del nuevo elemento mendelevio en 1955.

Se suele utilizar el isótopo raro 254Es en la producción de elementos superpesados debido a su gran masa, una vida media relativamente larga de 270 días y disponibilidad en cantidades significativas de varios microgramos.[18]​. Por esas razones se utilizó 254Es como blanco en el intento de síntesis de Ununennium (elemento 119) en 1985 al bombardearlo con iones de calcio-48 en el Acelerador de partículas lineales Superhilac en Berkeley, California. No se identificaron átomos, estableciendo un límite superior para la sección transversal de esta reacción en 300 nanobarns.[19]

El 254Es se utilizó como marcador de calibración en el espectrómetro de análisis químico del analizador de superficie de dispersión alfa de la sonda lunar Surveyor 5. La gran masa de este isótopo redujo la superposición espectral entre las señales del marcador y los elementos más ligeros estudiados de la superficie lunar.[20]

Toxicidad

La mayor parte de los datos disponibles sobre la toxicidad del einsteinium proceden de la investigación en animales. Tras la ingestión por parte de ratas de laboratorio, sólo el ~0,01% acaba en el torrente sanguíneo. De ahí, alrededor del 65% va a los huesos, donde permanecería durante ~50 años si no fuera por su desintegración radiactiva, por no hablar de los 3 años de vida máxima de las ratas, el 25% a los pulmones (vida media biológica ~20 años, aunque esto vuelve a ser irrelevante por la corta vida media del einsteinium), el 0,035% a los testículos o el 0,01% a los ovarios, donde el einsteinium permanece indefinidamente. Aproximadamente el 10% de la cantidad ingerida se excreta. La distribución del einsteinio sobre las superficies óseas es uniforme y es similar a la del plutonio.[21]

Referencias

  1. A. Ghiorso, S. G. Thompson, G. H. Higgins, G. T. Seaborg, M. H. Studier, P. R. Fields, S. M. Fried, H. Diamond, J. F. Mech, G. L. Pyle, J. R. Huizenga, A. Hirsch, W. M. Manning, C. I. Browne, H. L. Smith, R. W. Spence: "New Elements Einsteinium and Fermium, Atomic Numbers 99 and 100", in: Physical Review 1955, 99 (3), 1048–1049; doi 10.1103/PhysRev.99.1048; Typoskripto (9. Junio 1955), Lawrence Berkeley National Laboratory. Paper UCRL-3036.
  2. G. T. Seaborg, S. G. Thompson, B. G. Harvey, G. R. Choppin: "Chemical Properties of Elements 99 and 100"; Abstract; Maschinoskript (23. Julio 1954), Radiation Laboratory, University of California, Berkeley, UCRL-2591 (Rev.).
  3. P. R. Fields, M. H. Studier, H. Diamond, J. F. Mech, M. G. Inghram, G. L. Pyle, C. M. Stevens, S. Fried, W. M. Manning (Argonne National Laboratory, Lemont, Illinois); A. Ghiorso, S. G. Thompson, G. H. Higgins, G. T. Seaborg (University of California, Berkeley, California): "Transplutonium Elements in Thermonuclear Test Debris", in: Physical Review 1956, 102 (1), 180–182; doi 10.1103/PhysRev.102.180.
  4. haire, p. 1580
  5. Hammond C. R. "Los elementos" en RubberBible86th </fin En: Metals Handbook, Vol. 2, 10ª edición, (ASM International, Materials Park, Ohio), pp. 1198–1201.
  6.  haire, p. 1591
  7. Haire, R. (1986). «Preparation, properties, and some recent studies of the actinide metals». Journal of the Less Common Metals (en inglés) 121: 379-398. S2CID 97518446. doi:10.1016/0022-5088(86)90554-0. Archivado desde el original el 13 de mayo de 2013. Consultado el 24 de noviembre de 2010. 
  8. Greenwood, p. 1268
  9.  haire, p. 1579
  10. Haire, R. G.; BayBarz, R. D. (1979). .archives-uvertes.fr/docs/00/21/88/27/pdf/ajp-jphyscol197940c431.pdf «estudios de einsteinium metal». le Journal de física (en inglés) 40: c4-101. S2CID 98493620. doi:10.1051/jphyscol:1979431. Archivado desde el original el 7 de marzo de 2012. Consultado el 24 de noviembre de 2010.  borrador del manuscrito Archivado el 10 de julio de 2019 en Wayback Machine.
  11.  SeaBorg, p. 61
  12. Kleinschmidt, Phillip D.; Ward, John W.; Matlack, George M.; Haire, Richard G. (1984). «Estudios de vaporización de la ley de Henry y termodinámica de Einsteinium-253 metal disuelto en Ytterbium». The Journal of Chemical Physics 81 (1): 473-477. Bibcode:1984JCHPH..81..473K. doi:10.1063/1.447328. 
  13.  SeaBorg, p. 52
  14. Seaborg, p. 60
  15. Ensor, D. D.; Peterson, J. R.; Haire, R. G.; Young, J. P. (1981). «Absorption spectrophotometric study of 253EsF3 and its decay products in the bulk-phase solid state». Journal of Inorganic and Nuclear Chemistry 43 (10): 2425-2427. doi:10.1016/0022-1902(81)80274-6. 
  16. Haire, R. G.; Baybarz, R. D. (1973). «Identification and analysis of einsteinium sesquioxide by electron diffraction». Journal of Inorganic and Nuclear Chemistry 35 (2): 489-496. doi:10.1016/0022-1902(73)80561-5. 
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  18. Schadel, m.; Bruchle, W (1986). «Heavy isotope production by multinucleon transfer reactions with 254Es». Journal of the Less Common Metals 122: 411-417. doi:10.1016/0022-5088(86)90435-2. Archivado desde el original el 25 de noviembre de 2020. Consultado el 29 de octubre de 2018. 
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Bibliografía

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Bibliografía adicional

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