Los vagones tolva pueden ser abiertos o cerrados. Los primeros se utilizan para el transporte de minerales, carbón, piedra o balasto. Los cerrados se utilizan para el transporte de productos que no pueden estar expuestos a las inclemencias climáticas: productos alimenticios, cereales y derivados, productos industriales como abonos, o productos para la construcción, como el cemento. Los vagones tolvas tienen bocas de descarga en la parte inferior. A finales de los años 60, Renfe decide aumentar su parque de vagones tolva para el transporte de minerales. A consecuencia de ello, se reciben en 1968 un total de 110 tolvas. Poco después, Renfe recibió un total de 220 nuevas tolvas de idéntico diseño, pero la capacidad de carga se aumentó hasta 35 m3. De este lote, 180 unidades disponían de cubierta basculante que evita la pérdida de la carga y la humidificación de la misma por causa de la lluvia. La que se expone en el Museo pertenece a este lote. Actualmente no circulan. Transportaban mineral de las Minas del Marquesado (Granada).