Español: Fernando III el Santo († 1252), rey de Castilla y León y canonizado en 1671, aparece arrodillado y en oración sobre un cojín de terciopelo carmesí con borlas en los ángulos. Sus están juntas y su cabeza un tanto inclinada hacia adelante, en actitud devota. Representa este retrato imaginario al personaje con una edad comprendida entre los 30 y los 35 años. Tiene el cabello largo por los lados y cortado sobre la frente, a la usanza del siglo XV y no como era habitual en el siglo XIII; y barba juvenil, poco crecida. Lleva sobre una tunicela con fleco de oro, una media armadura de acero, calzas y gregüescos, gorguera de abanillos, botas y un manto real de tisú de oro forrado de armiños, sujeto al pecho, con un collar de oro al cuello, del que pende una medalla de la Virgen; y sobre el reclinatorio que tiene delante están, en otro cojín, el cetro y la corona. Dos ángeles en lo alto retiran el cortinaje de la estancia para que vea el resplandor del cielo, propicio a su plegaria.